Asimismo, el baricitinib "tiene los mismos efectos" que los antagonistas de la interleucina 6 y debe ser administrado al mismo tipo de paciente.
"Cuando ambos están disponibles" hay que elegir cuál de los dos utilizar "en función del coste, de la disponibilidad y de la experiencia de los profesionales sanitarios", afirmaron los expertos de la OMS.
El baricitinib pertenece a una familia de medicamentos llamada "inhibidores de la quinasa Janus" y se utiliza contra la poliartritis reumatoide, una enfermedad autoinmune.
Sin embargo, los otros medicamentos de esa familia (el ruxolitinib y el tofacitinib) no deben usarse contra el COVID, consideraron los especialistas, por falta de datos sobre su eficacia o sobre sus efectos secundarios.
La OMS suele actualizar regularmente sus recomendaciones de tratamientos contra el COVID, basándose en ensayos clínicos realizados con diferentes tipos de pacientes.
Con todo, el arsenal terapéutico no deja de ser reducido. En los últimos meses, la OMS rechazó el uso de varios tratamientos: la inyección de plasma de pacientes curados del COVID-19, la ivermectina o la hidroxicloroquina.