El canciller alemán Olaf Scholz, quien acaba de regresar de una visita a Washington dominada por las tensiones en Ucrania, será el anfitrión de la reunión con Macron y el presidente polaco Andrzej Duda.
Ante una de las peores crisis desde la Guerra Fría provocada por el despliegue de decenas de miles de soldados rusos en la frontera ucraniana, Macron se reunió con Putin cinco horas el lunes en Moscú y luego con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski tres horas en Kiev este martes, en busca de una salida diplomática.
Esas tropas hacen temer a los occidentales una invasión de Rusia, que en 2014 se anexó la península de Crimea y apoya a los separatistas prorrusos que se enfrentan al ejército ucraniano desde ese año, en un conflicto que deja más de 13,000 muertos y que no ha cesado pese a los acuerdos de paz de Minsk.
En declaraciones a la prensa en Kiev, Macron, cuyo país preside actualmente la Unión Europea (UE), aseguró que obtuvo un "doble compromiso" de los gobiernos de Ucrania y Rusia de respetar esos acuerdos, y dijo creer en "soluciones prácticas concretas" para lograr una desescalada.
"No podemos subestimar el momento de tensión que estamos viviendo. No podemos resolver esta crisis en unas horas de conversaciones", advirtió, no obstante.
A la espera de una solución diplomática, dijo haber obtenido promesas de Putin durante su encuentro de la noche del lunes: "Me dijo que no sería la causa de la escalada".