Kuleba, que aseguró haber acudido para negociar especialmente un pasillo para evacuar la ciudad de Mariúpol, asediada por las tropas rusas, achacó el fracaso a que su interlocutor no tenía autoridad para asumir compromisos.
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Diálogo en Bielorrusia
De hecho, Lávrov insistió en que el único formato viable para negociar son los contactos, a un nivel político más bajo, que se vienen celebrando en Bielorrusia.
"Vine con un propósito humanitario, salir de la reunión con la decisión de organizar un corredor humanitaria hacia y desde Mariúpol para los civiles que quieren huir de este área. Y un corredor humanitario para llevar ayuda humanitaria", explicó Kuleba en rueda de prensa al terminar la cumbre.
"Desafortunadamente, el ministro Lávrov no estaba en posición de un compromiso, pero hablará de este tema con las autoridades correspondientes", añadió.
Kuleba se mostró sorprendido porque, como ministro de Exteriores, Lávrov acudiera a la cumbre sin autoridad para negociar.
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"No vamos a rendirnos"
Preguntado sobre si Rusia estaría dispuesta a un cese de las hostilidades, con un compromiso de Ucrania de no entrar en la OTAN y no reconocer la independencia de dos provincias pro rusas en el Este del país, Kuleba afirmó que su sensación tras la reunión de hoy es que Moscú "no está en este momento en posición de acordar un alto el fuego".
Kuleba dijo que su interlocutor le transmitió que el ataque seguirá hasta que Ucrania acepte todas sus demandas y se rinda.
"Estamos listos para buscar soluciones diplomáticas equilibradas, pero no vamos a rendirnos", afirmó el ministro.
Lávrov, por su parte, reiteró las condiciones para parar la guerra: la desmilitarización y lo que Rusia llama la "desnazificación" de Ucrania, en su tesis de que el gobierno de ese país está formado por nazis.