PlayStation y Nintendo suspenden la venta de consolas en Rusia

El estudio Bungie, que está en proceso de ser comprado por Sony, dijo que están trabajando para suspender todas las ventas y distribución de Destiny 2 en Rusia y Bielorrusia.

Detallaron que los jugadores de esos países pueden seguir accediendo al contenido ya comprado o descargar la versión gratuita, pero las nuevas adquisiciones están suspendidas por el momento. Asimismo, lanzaron una leyenda en el juego para que los usuarios muestren su apoyo a Ucrania.

Nintendo, por otra parte, también tomó la determinación de detener el envío de su consola Switch, de acuerdo con un reporte de Bloomberg el miércoles por la noche, argumentando desafíos de logística.

Unos días antes, la empresa japonesa ya había puesto a su eShop rusa en modo mantenimiento debido a que su sistema de pagos suspendió el procesamiento de rublos e incluso retrasó el lanzamiento del juego Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp a causa de los “eventos mundiales recientes”, pues contiene una temática bélica.

Ambas compañías están siguiendo las decisiones de otras relacionadas a los videojuegos, como Activision Blizzard, Epic Games, EA, CD Projekt Red, Ubisoft, Take-Two y Xbox, que también suspendieron sus ventas en Rusia.

Las denuncias contra PlayStation se incrementan

En noviembre del año pasado se dio a conocer que PlayStation recibió una demanda donde se alegaba que dentro de la empresa se practicaba la dismcriminación de género . El caso sumó el testimonio de ocho personas más, ex empleados y trabajadores actuales, que acusaron a la compañía de sexismo.

Aunque Sony citó la falta de detalles que probaran la “discriminación intencional generalizada”de la cual los acusaba la exanalista de seguridad, Emma Majo, su abogado presentó declaraciones de apoyo de siete extrabajadoras de la compañía y una empleada actual, las cuales dieron detalles de casos de sexismo al interior.

Las denuncias resaltan la desvalorización de las ideas de las mujeres en las oficinas de la compañías, así como la discriminación hacia las madres e incluso el acoso sexual y las luchas sistémicas que tuvieron que pasar para poder ascender de puestos.