"Somos claramente europeos", garantizó, subrayando que un brexit a la francesa no estaba en su agenda, pero que sí se mostraba a favor de una transformación de la UE en una "alianza de las naciones europeas (...) respetuosa con las naciones libres y soberanas" y no una "Europa que amenaza y hace chantaje".
Después de su derrota en las presidenciales de 2017, Le Pen descartó una salida del euro, algo que contemplaba en su anterior programa.
La ulraderechista subrayó que prevé reforzar las relaciones bilaterales más que las multilaterales. "Macron es el único que cree en la soberanía europea", agregó.
Le Pen abordó también la relación con Alemania, considerada junto con Francia el motor de la UE.
"No albergo ninguna hostilidad hacia la nación alemana", aclaró la candidata, quien, no obstante, asumió que hay "diferencias irreconciliables" estratégicas con Berlín como sobre su visión de la OTAN o en política energética.
La líder de la ultraderecha francesa, a la que se le reprocha poco interés en el medio ambiente, aclaró que pretende continuar en el Acuerdo del Clima de París de 2015.
Según tres sondeos publicados el miércoles, Macron está aumentando su ventaja con respecto a Le Pen y tendría entre 53 y 55% de intenciones de voto, frente a los 45-47% para Le Pen.
Los dos candidatos intensifican su campaña desde el lunes y confrontarán sus programas cara a cara en un debate en televisión el 20 de abril.
Ambos intentan captar sobre todo los votos del líder de la izquierda radical, Jean-Luc Melenchon, que logró un 22% de los sufragios el pasado domingo en la primera vuelta.