En medio de este contexto de protestas diarias, el presidente de Sri Lanka reveló el lunes un nuevo gobierno, sin dos de sus hermanos y un sobrino. Pese a los anuncios del gobierno decenas de miles personas siguieron manifestándose el lunes en la sede de la presidencia, en la capital Colombo, en el décimo día de movilización para pedir la salida de Rajapaksa.
Esto es lo que sabemos sobre la crisis en Sri Lanka, un paraíso tropical sumido en la crisis económica.
Desabasto, apagones y protestas
El país de más de 22 millones de habitantes enfrenta desde finales de 2021 cortes de energía de hasta 12 horas, una extrema escasez de alimentos, combustible y de otros productos esenciales, como medicamentos.
“No puedo encontrar medicamentos para mis padres porque este gobierno no tiene dólares para importar medicamentos”, dijo a EFE Anura Ruwan, un empleado bancario de 28 años en una de las protestas antigubernamentales.
Sri Lanka, poseedor de algunas de las playas más bellas del mundo, es altamente dependiente del turismo, del cual proviene el 10% del PIB y que fue una de las actividades más golpeadas por la pandemia.
La ausencia de turistas en la isla ha provocado que las reservas internacionales del país se agoten poco a poco. A finales de noviembre, las reserves de divisas extranjeras de Sri Lanka eran de apenas 1,580 millones de dólares, contra 7,500 millones cuando el presidente Gotabaya Rajapaksa asumió el poder en 2019.