En Brasil, el gobierno introdujo cambios en la metodología para el cálculo del impuesto sobre la circulación de mercancías y servicios (ICMS) a los combustibles y se debatirá en el Congreso un proyecto para la creación de un fondo de estabilización.
La decisión se adoptó luego de que el 10 de marzo pasado Petrobras, en cumplimiento de su política de precios basada en la paridad de precios internacionales, anunciara un aumento del 18,8% en el precio de refinería de la gasolina, del 24.9% del diesel y del 16% del gas licuado de petróleo (GLP).
En Chile, en tanto, el gobierno de Boric envió un proyecto de ley para duplicar los recursos del Mecanismo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (MEPCO) que fue aprobado por el Congreso.
Aumentos en los precios de los alimentos
El alza de los combustibles es un factor que presiona sobre la inflación, pero el impacto más directo para la vida cotidiana de millones de personas en Sudamérica pasa por el incremento del precio de los alimentos, más aún tras los severos efectos provocados por la pandemia que aún persisten.
La prevalencia de la inseguridad alimentaria severa en América Latina y el Caribe se incrementó 4 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, llegando al 14.2% en 2020, esto es, unas 92.8 millones de personas, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).