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Las sanciones económicas: un arma muy usada, ¿pero efectiva?

Los castigos contra la economía rusa se han acumulado mientras la invasión a Ucrania avanza. ¿Tienen algún impacto real en el desarrollo del conflicto?
mié 13 abril 2022 05:04 AM
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, asiste a una reunión con el presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko en la región de Amur, Rusia.
Putin asegura que la economía rusa sigue en pie pese a las sanciones occidentales.

En las últimas semanas, las sanciones internacionales han brillado como una de las armas más recurridas por Occidente para hacer frente a Rusia y tratar de persuadir a Moscú para que termine con su invasión a Ucrania, que inició el 24 de febrero. Pero la invasión continúa, lo que plantea preguntas sobre la efectividad de esta estrategia.

"Nunca habíamos hablado tanto de sanciones, se ha convertido en un tema común", señala a la AFP el abogado Olivier Dorgans, del gabinete Ashurst, cuyo trabajo consiste en aconsejar a las empresas occidentales implicadas en el mercado ruso ante la maraña de sanciones.

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Rusia, el país con más sanciones

Las sanciones se han ido acumulando a medida que los tanques rusos avanzaban en Ucrania: exclusión de varios bancos del sistema interbancario Swift, congelación de activos del banco central y de oligarcas, restricciones de exportaciones y embargo sobre el carbón.

Las primeras rondas de sanciones iniciaron el 22 de febrero, un día después que Putin anunciara que Rusia reconocería la independencia de las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania.

Entonces Rusia contaba con 2,754 sanciones, con lo que ya era el segundo país más sancionado del mundo, solo por detrás de Irán, de acuerdo con datos de Castellum.ai, un sitio web de monitoreo de sanciones.

Desde ese día, Rusia ha acumulado 6,445 sanciones de los miembros del G7, la Unión Europea, Suiza y Australia. Con esto suma 9,199 sanciones, casi el triple de las 3,616 sanciones que pesan sobre Irán.

La UE prepara una sexta ronda de penalidades, casi siete semanas después del inicio de la guerra.

El presidente ruso Vladímir Putin indicó el martes que la economía rusa sigue en pie pese a las sanciones occidentales.

"La 'blitzkrieg' (guerra relámpago) con la que contaban nuestros enemigos no ha funcionado", dijo Putin refiriéndose a las sanciones financieras en su primera conferencia de prensa en varias semanas.

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Sin embargo, algunos datos muestran que la economía Rusia no es tan imperturbable como afirma Putin: la producción de coches se hundió, el riesgo de una moratoria de la deuda se agrava y la inflación amenaza con dispararse, como lo muestran los datos publicados hace una semana.

El Ministerio de Finanzas ruso anunció que pagó en rublos una deuda de 650 millones de dólares tras el rechazo de un banco extranjero de efectuar el pago en dólares, lo que la expone a un riesgo de default al término de un período de gracia de 30 días, a partir del 4 de abril.

Durante varias semanas, Rusia eludió el riesgo de un default, ya que el Tesoro de Estados Unidos permitió la utilización de divisas extranjeras en posesión de Moscú para pagar deudas exteriores. Pero la semana pasada Washington endureció las sanciones, y ya no acepta los dólares que posee Moscú en los bancos estadounidenses.

"Es difícil para Rusia evitar un default soberano", asegura no obstante Timothy Ash, analista de Blue Bay Asset.

"Un default podría no derrumbar de inmediato los mercados y la economía rusa, pero sí tendrá consecuencias a más largo plazo", dice el analista, que prevé "un impacto en la inversión, el crecimiento, el nivel de vida", entre otros.

Una herramienta cada vez más usada

¿Qué tienen en común el apartheid en Sudáfrica, Libia en la época de Muamar Gadafi o la invasión rusa de Ucrania? Las sanciones, una herramienta a la que los Estados occidentales recurren desde hace 30 años, pero cuya eficacia está aún por demostrarse.

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"Esta herramienta tuvo un auge considerable cuando las respuestas militares ya no eran populares", afirma Dorgans.

Y han sido cada vez más utilizadas en los conflictos entre Estados desde 1950, hasta cerca de 30 ocasiones por año hasta 1990, para luego aumentar claramente.

Entre 1950 y 2019, 1,101 conflictos entre Estadosimplicaron sanciones, según la organización Global Sanctions Data Base (GSDB), que mantiene un registro detallado.

La multiplicación de los acuerdos económicos regionales supuso un aumento de las sanciones con países terceros, explica a la AFP Erdal Yalcin, profesor de economía internacional en la Universidad de Constanza en Alemania, y miembro fundador del GSDB.

Impacto a largo plazo

Otra razón de su uso recurrente es el desarrollo de la integración financiera internacional desde finales del siglo XX.

"La mayoría de países fueron integrados a un sistema financiero internacional, y hay una gran tentación de castigar a los países con instrumentos económicos", dice.

El recurso a las sanciones fue sobre todo decidido en los casos de derechos humanos, de restauración de la democracia y de guerras, describe el GSDB.

Algunos casos pasaron a los anales de la historia, como la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, el embargo de Estados Unidos contra Cuba, o las sanciones contra el programa nuclear iraní. Pero pese a su uso cada vez más importante, su eficacia está en entredicho.

En una entrevista reciente con la AFP, el investigador Gary Hufbauer, colaborador del grupo de reflexión Peterson Institute (PIIE) en Washington, recordó que las penalidades eran eficaces en menos de un tercio de los conflictos, generalmente cuando se imponían contra pequeños países.

"Estas sanciones son muy eficaces en los daños económicos que conllevan. A nivel político, el nivel de eficacia es del orden de 30 a 40%", afirma por su parte Erdal Yalcin. Según él, pueden pasar años hasta que estas medidas punitivas produzcan efectos reales.

Para este especialista, su eficacia es además difícil de medir ya que muchas de ellas acompañan a otros dispositivos, como las sanciones estadounidenses contra Irak durante la invasión de Kuwait en 1990, que se sumaban a una intervención militar de Washington.

En Rusia, la eficacia económica de las sanciones ya se está notando: el Banco Mundial prevé una recesión de 11,2% este año y la agencia de calificación S&P Global Ratings declaró que el país estaba en situación de "impago selectivo" después de que pagara en rublos una deuda en dólares.

La moneda rusa se mantiene, no obstante, a un nivel elevado tras haber sufrido una fuerte caída inicialmente.

En el plano político, "las sanciones no pueden hacer que los tanques den media vuelta, al menos inmediatamente", señaló a la AFP Juan Zarate, consultor del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

Según este antiguo consejero de estrategia antiterrorista de Estados Unidos bajo la presidencia de George W. Bush, "el efecto total de las sanciones no se sentirá hasta dentro de semanas, meses o quizás años".

Con información de AFP

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