Durante su participación en la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que se llevó a cabo en el estado donde ocurrió el ataque, opinó que la solución debería ser la colocación de detectores de metales en los accesos de los colegios y construir puertas que puedan bloquearse desde el interior para impedir "el acceso de intrusos".
El expresidente, varias veces ovacionado en el evento, comenzó su intervención lamentando la masacre, que calificó de "atrocidad salvaje", y leyó el nombre de las 21 víctimas con el sonido de campanas repicando de fondo.
Trump atribuyó toda la culpa a la salud mental del atacante, obviando el papel de las armas en el tiroteo. "El monstruo que cometió este crimen es pura maldad, pura crueldad, puro odio", expresó.
El republicano hizo un fuerte alegato en defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución, que consagra el derecho de los estadounidenses a poseer armas, y arremetió contra los demócratas por "utilizar las lágrimas de las familias" para pedir un mayor control de armas.
"Cada vez que una persona perturbada o demente comete un crimen tan horrible, siempre hay un esfuerzo grotesco por parte de algunos para utilizar el sufrimiento para promover su agenda política extremista", reprochó.
Asimismo, criticó que se "culpe" de la tragedia a la "maravillosa NRA" y parafraseó un refrán que dice que "la única forma de detener a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma".
"Cuando Joe Biden culpó al 'lobby' de las armas estaba hablando de estadounidenses como ustedes, y sugería que los republicanos están de acuerdo con permitir que ocurran estos tiroteos en las escuelas", dijo sobre el discurso del presidente el martes tras la masacre.