El interrogante pasa por saber si el impulso final de la campaña le alcanzará a Petro para obtener más de la mitad de los votos válidos y vencer en la primera vuelta o si deberá esperar a un incierto balotaje el 19 de junio en el que enfrentaría al derechista Federico Gutiérrez o al ascendente candidato independiente Rodolfo Hernández.
“La singularidad de estas elecciones no solo pasa por la posibilidad cierta de que la izquierda llegue por primera vez al poder, sino también porque el próximo presidente podría no surgir del sistema político tradicional del país”, dice Sandra Borda Guzmán, profesora asociada del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.
“De concretarse el triunfo de Petro, representaría un cambio de época para Colombia, un país que ha sido tremendamente conservador en términos políticos y económicos, lo que ha producido estabilidad, pero al mismo tiempo los niveles de desigualdad más notorios de América Latina”, comenta la especialista.
Petro apuesta por la moderación
Más de 39 millones de colombianos habilitados para votar estarán el próximo domingo frente a una encrucijada entre la continuidad o el cambio. Gustavo Petro busca canalizar al creciente sector de la sociedad que ansía nuevos rumbos. En su tercer intento por llegar a la presidencia, abandonó el discurso radical de campañas anteriores y moderó sus propuestas.