México aumentará de 10,000 a 20,000 el número de Tarjetas de Trabajador Fronterizo y lanzará un nuevo programa de trabajo temporal para entre 15,000 y 20,000 personas de Guatemala cada año que espera extender a Honduras y El Salvador.
Belice, Costa Rica y Guatemala, entre otros, también colaboran, pero estas iniciativas están lejos de aliviar a los migrantes que huyen masivamente de la pobreza, la violencia y la corrupción.
Algunos analistas se muestran escépticos respecto de que las promesas, algunas de las cuales parecen más bien simbólicas, sean lo suficientemente significativas como para marcar una diferencia importante.
Es poco probable que algunos países respalden el plan, según una persona familiarizada con el asunto. Se espera que algunos Estados del Caribe no lo aprueben, dijo un funcionario de la cumbre. Ambos hablaron bajo condición de anonimato.
Se espera que los funcionarios estadounidenses trabajen hasta la ceremonia de presentación para persuadir a los gobiernos escépticos de que acepten, o al menos no se opongan abiertamente, a ninguna de las disposiciones sobre migración, dijo otra persona familiarizada con las negociaciones.
Una cumbre accidentada
El plan culmina una cumbre auspiciada por Biden que fue diseñada para reafirmar el liderazgo de Estados Unidos y contrarrestar la creciente influencia económica de China en la región.