Un fuerte contingente de policías y militares custodiaban la ciudad, donde en algunas áreas los manifestantes quemaban llantas y bloqueaban caminos.
También se estaba realizando una gran marcha antigubernamental en Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador.
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Un grupo de unos 500 indígenas que chocó con la policía salió de su lugar de hospedaje en la Universidad Salesiana y pretendía llegar hasta la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), que fue tomada por la policía en medio del estado de excepción que rige en seis de las 24 provincias del país, incluida Pichincha, cuya capital es Quito.
Para frenar su avance, policías antimotines lanzaron bombas lacrimógenas a los manifestantes, que con los ojos llorosos por el gas se dispersaron y luego volvieron a reagruparse.
"La democracia del Ecuador está en serio riesgo ante la acción concertada de personas exaltadas que impiden la libre circulación de la mayoría de los ecuatorianos", dijo el martes el ministro de Defensa, Luis Lara, flanqueado por los jefes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
"Las Fuerzas Armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional o cualquier acción contra la democracia y de las leyes de la República", afirmó Lara, que habló también en representación de las tres fuerzas.
Exigencias de los indígenas
Las protestas comenzaron la semana pasada con una lista de 10 demandas, que incluye una reducción del precio de los combustibles, ampliar plazos para pagar deudas financieras y frenar la expansión petrolera y minera.