En los últimos años, China realizó grandes inversiones en las infraestructuras de los países en desarrollo en el marco de su programa "Nuevas Rutas de la Seda" y para asegurarse el acceso a determinadas materias primas.
Pero China ha sido acusada de llevar a cabo sus proyectos a través de préstamos poco rentables u opacos, lo que agravaría los problemas de deuda de países ya vulnerables.
El G7, a cambio, promete "transparencia" en su programa "Asociación para la Infraestructura Global", con la promesa de movilizar 600,000 millones de dólares para 2027.
Reunión Biden-Xi
Joe Biden y el presidente de China, Xi Jinping, sostendrán una charla en las próximas semanas, estimó el lunes el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al mencionar creciente convergencia entre los miembros de la OTAN y el G7 sobre el desafío que plantea Beijing.
"Creemos que hay una convergencia cada vez mayor, tanto en el G7 como en la OTAN, en torno al desafío que plantea China", dijo Sullivan a periodistas en la cumbre del G7 en el sur de Alemania.
Los líderes del G7 vieron una "necesidad urgente" de consulta y alineación en temas como las prácticas económicas no comerciales de China, sus medidas con respecto a la deuda de los países en desarrollo y su enfoque de los derechos humanos, sostuvo Sullivan.
Pero el funcionario señaló que la mayor atención a las acciones de China tanto en el frente económico como en el de seguridad no implica que Occidente esté intentando lanzar una nueva Guerra Fría.
"No buscamos dividir el mundo en bloques rivales y hacer que cada país elija", dijo. "Queremos defender un conjunto de principios que sean justos para todos. Y queremos asegurarnos de que estamos trabajando con socios de ideas afines para llevar a China de adherirse a esas normas".