China, un país que durante años parecía inmune a los vaivenes de la economía global, con crecimientos del PIB de doble dígito, está perdiendo el impulso.
La economía china sufrió un fuerte frenazo en el segundo trimestre de 2022, al punto de registrar su peor desempeño desde 2020, a raíz de las restricciones sanitarias por el covid-19 y la crisis que afecta al sector inmobiliario.
La segunda economía más grande del mundo tuvo un crecimiento interanual de 0.4% entre abril y junio, tras haber registrado 4.8% en el primer trimestre, de acuerdo con cifras oficiales divulgadas el viernes 15 de julio por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Se trata de la cifra más baja desde el primer trimestre de 2020, cuando el covid-19 paralizó la actividad en China provocando una caída de 6.8% del PIB.
China se fijó como objetivo para este año un alza del PIB de "cerca de 5.5%”, pero muchos economistas dudan de que sea alcanzado. Esta cifra de crecimiento sería la más baja para China desde inicios de los años 90, con excepción del periodo covid.
Estas son algunas de las razones que han hecho que la economía china pierda impulso y ponga en riesgo, así, el crecimiento económico del resto del mundo.
La desaceleración se dio luego de que la ciudad más grande de China, Shanghái, estuviera confinada durante dos meses para contener un brote de covid-19, lo que afectó las cadenas de suministros y provocó el cierre de fábricas.
Beijing ha insistido en mantener su política de cero covid, cuyo objetivo es erradicar los brotes del virus mediante cuarentenas y pruebas masivas, lo cual ha afectado duramente a la economía.
"Internamente persiste el impacto de la pandemia", dijo la ONE el viernes en un comunicado, señalando la baja en la demanda y la interrupción en los suministros.
"El riesgo de estanflación en la economía mundial también está aumentando", añadió en la declaración, que indicó que las incertidumbres externas son cada vez mayores.
China ha registrado solo una contracción económica en las últimas décadas, y analistas esperan que con las recientes cifras, el crecimiento para este año será de alrededor de 4%, por debajo de las previsiones iniciales.
Si los mercados esperaban un repliegue, su alcance es "un shock", indicó a la AFP el economista Rajiv Biswas, del gabinete S&P Global Market Intelligence.
Shanghái —que vivió los confinamientos más estrictos— sufrió una caída estrepitosa en el segundo trimestre, ya que su PIB se contrajo 13.7% interanual.
Con este contexto, es “difícil de creer" en un crecimiento positivo a nivel nacional durante este periodo, según Julian Evans-Pritchard, economista del gabinete Capital Economics.
El rebrote epidémico se sumó a las dificultades que ya experimentaba la economía china: consumo débil, presión del gobierno contra varios sectores dinámicos como el tecnológico, incertidumbre vinculadas a la guerra en Ucrania y una crisis del inmobiliario.
En junio, los precios de las viviendas nuevas volvieron a retroceder (-0.5% interanual), según la ONE. Se trata del segundo mes de caída de este índice que toma en cuenta la media de los precios en 70 ciudades de China.
Por otra parte, “un creciente número de compradores dejan de reembolsar sus pagos mensuales a raíz de la desaceleración económica y retrasos” de los promotores inmobiliarios en el avance de las obras o la entrega de llaves, subrayó la economista Betty Wang, del banco ANZ.
Este aspecto de la crisis inmobiliaria es “preocupante” porque amenaza el sistema financiero, advirtió el economista Zhiwei Zhang, del gabinete Pinpoint Asset Management.
Los nuevos préstamos bancarios en China se dispararon en junio, aumentando más de lo esperado, mientras que el crecimiento del crédito en general se aceleró, ya que el banco central intensificó sus esfuerzos para reactivar una economía golpeada por la pandemia.
Los bancos chinos concedieron 2.81 billones de yuanes (419,300 millones de dólares) en nuevos préstamos en yuanes en junio, lo que supone un aumento respecto a mayo y supera las expectativas de los analistas, mostraron el lunes los datos del Banco Popular de China. El volumen de nuevos préstamos fue el más alto desde marzo.
Analistas encuestados por Reuters habían previsto que los nuevos préstamos en yuanes fueran de 2.4 billones de yuanes en junio, por encima de los 1.89 billones de mayo y de los 2.12 billones del mismo mes del año anterior.
Los préstamos a los hogares, incluidas las hipotecas, aumentaron a 848.200 millones de yuanes en junio, frente a los 288,800 millones de mayo, mientras que los préstamos a las empresas subieron a 2.21 billones desde los 1,53 billones de mayo, de acuerdo con los datos del banco central.
El aumento de los préstamos a los hogares refleja la reciente relajación del mercado inmobiliario, según analistas.
Los bancos chinos concedieron 13.68 billones de yuanes en nuevos préstamos en los primeros seis meses de 2022, la cifra más alta para el primer semestre de la que se tenga registro, muestran datos del banco central.
Los préstamos en yuanes pendientes subieron 11.2% respecto al año anterior a finales de junio, Los analistas habían esperado un crecimiento sin cambios desde el 11% de mayo.
Plan de recuperación, inconcluso
China intensificará su política de apoyo a la economía, declararon el miércoles 13 de julio funcionarios del banco central, que añadieron que se espera que el nivel general de deuda aumente en medio de los esfuerzos por reactivar la economía.
Las declaraciones en una sesión informativa se produjeron en el contexto de la promesa de Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China (PBOC, por su sigla en inglés), de mantener una política monetaria expansiva para apoyar la recuperación económica.
"Utilizaremos varias herramientas de política monetaria de forma oportuna y flexible, daremos más juego a las funciones duales de las herramientas agregadas y estructurales, e impulsaremos el apoyo a la economía real", dijo Ruan Jianhong, jefe del departamento de estadística.
El banco central mantendrá una liquidez razonablemente amplia y presionará a las instituciones financieras para que reduzcan los costos de financiación de las empresas, dijo Zou Lan, jefe de su departamento de política monetaria.
"En la segunda mitad del año, el funcionamiento económico sigue enfrentándose a una gran incertidumbre e inestabilidad (...) Tenemos que trabajar duro para estabilizar la economía y prestar atención a los cambios en la situación de la inflación”.
Con información de AFP y Reuters
