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¿Cómo ha evolucionado la relación de EU y China en el último año?

Las reuniones entre funcionarios de EU y China, que alguna vez fueron rutinarias, casi se habían terminado durante la pandemia y las tensiones aumentaron entre las dos economías más grandes del mundo.
vie 08 julio 2022 05:04 AM
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¿Cómo ha evolucionado la relación de EU y China en el último año?

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, tendrá una insólita reunión con el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, en Bali, Indonesia esta semana, de acuerdo con un comunicado publicado el día martes por el Departamento de Estado.

Blinken y Yi se encontrarán al margen de una reunión ministerial del G20 en la isla asiática, señala la nota, en medio de tensiones sobre varios temas, incluido Taiwán.

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La reunión se produce cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifiesta esperanza en una nueva conversación en las próximas semanas con su homólogo chino, Xi Jinping, quien no ha viajado internacionalmente desde el inicio de la pandemia de covid a fines de 2019.

El Departamento de Estado adelantó que Blinken también sostendrá conversaciones con su homólogo indonesio, entre otros, y luego viajará el sábado a Tailandia, aliado de Estados Unidos, para una visita que fue cancelada el año pasado tras un brote de covid-19 en la delegación estadounidense.

Las reuniones entre funcionarios de Estados Unidos y China, que alguna vez fueron rutinarias, casi se habían terminado durante la pandemia y las tensiones aumentaron entre las dos economías más grandes del mundo.

El inicio del las tensiones

El asesor de Seguridad Nacional de Blinken y Biden, Jake Sullivan, se reunió en marzo de 2021 en Alaska con sus homólogos chinos en una reunión que se tornó conflictiva.

La cumbre de Alaska hizo visibles las profundas diferencias entre Estados Unidos y China, la primera desarrollada desde la asunción de Joe Biden en la Casa Blanca. Ambas delegaciones hicieron su parte para mostrar su descontento frente a las cámaras y la mirada del mundo, que observa el devenir de las problemáticas relaciones entre las dos principales potencias globales.

La inusual exposición de las diferencias, a viva voz, no fue casual, sino el resultado de una puesta en escena que pareció premeditada: tanto Washington como Beijing sentaron las bases de un duro vínculo, que afronta el desafío de lograr puntos de encuentro a futuro entre dos actores que riñen en casi todos los aspectos y que no pretenden ceder frente a su rival.

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Anchorage fue presentada como una ciudad neutral para este primer encuentro (tras el primer año de la pandemia) entre Estados Unidos y China, pero no pudo ocultar la profunda polarización de estos dos países, que abarca varios temas: comercio, respeto de los derechos humanos, ciberseguridad y la posición sobre Irán, Corea del Norte, Afganistán y el cambio climático.

El terreno previo a este primer encuentro de las delegaciones ya se presentaba resbaladizo. En un diálogo telefónico, los presidentes Joe Biden y Xi Jinping mostraron desacuerdos en una variedad de temas, más allá de que el mandatario chino consideró que una confrontación sería un "desastre" para ambas naciones.

Luego, un día antes del inicio las reuniones, el Departamento de Estado anunció nuevas sanciones contra Beijing por la represión china hacia los movimientos democráticos en Hong Kong.

Por eso no sorprendió que gran parte de las críticas de Estados Unidos hacia China durante las reuniones (al menos la parte pública de ellas) apuntaran al accionar de Beijing, que Washington calificó como autoritario.

La delegación norteamericana planteó acusaciones de vulneración de los derechos humanos por parte de China en Xinjiang, el Tíbet y Hong Kong, denunció las presuntas presiones de Beijing sobre Taiwán y responsabilizó al país asiático por los ciberataques.

"Cada una de estas acciones amenaza el orden basado en reglas que mantiene la estabilidad global. Es por eso que no son meramente asuntos internos, y por eso sentimos la obligación de plantear estos problemas aquí hoy", indicó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, durante el debate.

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Una postura amplificada por el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, que acusó a China de realizar un asalto a los valores básicos.

La comitiva china, por su lado, cuestionó a Estados Unidos por impulsar lo que consideró como su propia versión de la democracia, en un momento en que ese país enfrenta su propio descontento interno, y lo acusó además de no abordar sus propios problemas de derechos humanos.

También criticó la "injerencia" estadounidense en los asuntos internos de su nación. El jefe de asuntos exteriores del Partido Comunista de China, Yang Jiechi, indicó que Beijing "va a salvaguardar nuestra soberanía nacional, seguridad y nuestros intereses". "Esperamos que Estados Unidos no subestime la determinación de China de proteger su territorio, salvaguardar a su gente y defender sus justos intereses", remarcó.

Un respiro a la relación

Pero desde el mes pasado, las conversaciones parecen volverse más habituales. Sullivan se reunió con el alto funcionario de política exterior china Yang Jiechi en Luxemburgo en junio y los jefes de Defensa de las dos naciones mantuvieron encuentros al margen de una conferencia en Singapur.

Biden habló por teléfono con Xi en marzo en una charla centrada en gran medida en la guerra de Ucrania. Estados Unidos condenó el apoyo de Beijing a Moscú, pero vio pocas señales de apoyo material para la invasión rusa.

Los encuentros entre ambos gobiernos llegan en medio de la creciente preocupación de Washington por Taiwán, a la que Biden prometió defender si China invade a esa isla de gobierno autónomo a la cual Pekín considera parte de su territorio y una provincia rebelde.

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