La olas de calor de la primavera hicieron que la competencia por agua iniciará más pronto de lo acostumbrado este año, de acuerdo con el organismo, lo que puede comprometer el suministro de agua en los próximos meses.
“Las condiciones más secas de lo normal están pronosticadas por los próximos tres meses en grandes áreas de Europa”, indica el organismo.
Los países más afectados
En Europa meridional, tras tres olas de calor desde que empezó el verano, España ha visto ya mermado el volumen de agua en sus pantanos hasta alrededor de 40 % de su capacitad total y son varias las comunidades autónomas con restricciones al consumo del agua, no solo en la tórrida Andalucía.
También en Portugal, casi la mitad del territorio padece sequía extrema, y el actual año hidrológico es, hasta la fecha, el segundo más seco desde 1931.
En Italia, la ribera del Po sufre la peor sequía de los últimos setenta años y se acaba de aprobar el estado de emergencia en cinco regiones, con 36 millones de euros destinados sobre todo a los agricultores.
En Francia, el territorio metropolitano se encuentra oficialmente en estado de sequía, con 57 de los 96 departamentos del mismo en alerta roja y 32 en naranja.
Más al norte, en Alemania la sequía complica la navegación por el Rin, cuyo caudal es menor del habitual aunque sin llegar al mínimo histórico de 2018, por lo que los barcos son ahora de menor calado y la carga se ha reducido a 50% o 30% del volumen normal para transporte de materias primas como el carbón y los carburantes.