El jefe policial de la provincia de Java Oriental, Nico Afinta, ofreció disculpas por las fallas de seguridad que causaron la tragedia, cuyo saldo de fallecidos subió a 131 este martes después de que seis heridos sucumbieran a sus lesiones.
En la noche del sábado, las gradas del estadio Kanjuhuran estaban repletas con miles de seguidores del Arema FC que animaban a su equipo ante sus archirrivales Persebaya Surabaya.
Pero los fanáticos locales invadieron la cancha tras la derrota 2-3, la primera en casa en más de dos décadas para el Arema en este derbi de la isla de Java Oriental.
La policía respondió dando patadas y golpeando a los seguidores con porras, según testigos y grabaciones, lo que llevó a más aficionados a saltar al campo.
La policía describió los incidentes como "disturbios", pero los supervivientes acusan a los agentes de actuar desproporcionadamente.
"Si hubo disturbios, deberían haber disparado (el gas lacrimógeno) al campo, no a las gradas", dijo a AFP Danny Agung Prasetyo, coordinador del grupo de aficionados del Arema.
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"Muchas de las víctimas estaban en las gradas. Entraron en pánico por el gas", añadió.
Alertas antes del partido
Los aficionados del Arema FC instalaron el lunes un centro improvisado en Malang para recibir denuncias y dijeron que presentarán una querella contra los agentes a quienes acusan de provocar numerosas muertes al actuar indiscriminadamente contra los espectadores.