La tercera medida anunciada fue instruir al secretario de Salud, Xavier Becerra, y al fiscal general Merrick Garland para que "revisen de manera expedita cómo se cataloga la marihuana bajo la ley federal".
Actualmente, la ley federal clasifica a la marihuana junto a narcóticos mucho más peligrosos, como la heroína y el LSD. Está en un grupo más elevado que drogas relativamente modernas y enormemente adictivas, como el fentanilo y las metanfetaminas.
Insistió, sin embargo, en la importancia de continuar la lucha contra el tráfico y venta a menores de edad de cannabis.
Estas nuevas medidas pretenden también rectificar los procesos penales que afectan desproporcionadamente a las minorías étnicas, señaló.
"Borrar los antecedentes penales de las personas condenadas por posesión de drogas es una cuestión de justicia social", aplaudió la influyente legisladora progresista Pramila Jayapal.
La cámara baja del Congreso estadounidense había aprobado a principios de abril un proyecto de ley, presentado por los legisladores del oficialista Partido Demócrata, destinado a eliminar el cannabis de la lista federal de drogas peligrosas.
El texto debe aún ser ratificado por el Senado.
Atraer a los electores jóvenes
Diecinueve de los 50 estados americanos, así como la capital Washington, ya han legalizado el consumo de cannabis con fines recreativos para adultos.