Los inversores también querrán saber si Sunak sigue planeando publicar un nuevo presupuesto junto con las previsiones de endeudamiento y crecimiento el 31 de octubre, lo que ayudaría a una decisión más informada de tasas del Banco de Inglaterra el 3 de noviembre.
Crisis política
Además de la crisis económica, que puede ver al Reino Unido sacudido por las huelgas este invierno, y las luchas intestinas entre los conservadores, Sunak deberá asentar su legitimidad ante una opinión pública que no votó por él.
El Partido Conservador obtuvo con Johnson una aplastante mayoría legislativa en 2019, la mayor de la derecha británica en 40 años.
Pero desde entonces el país ha cambiado dos veces de primer ministro. La primera vez, con Truss, mediante una votación en que participaron únicamente unos 170,000 afiliados del partido. La segunda, con Sunak, gracias solo al apoyo de unos 200 de los 357 diputados conservadores.
En este contexto, un 62% de los votantes británicos, en un país de 67 millones de habitantes, quiere que se convoquen legislativas anticipadas antes de fin de año, según una encuesta de Ipsos.
Las próximas elecciones están previstas en enero de 2025 a más tardar. El opositor Partido Laborista tiene una enorme ventaja en los sondeos pero no puede forzar por sí solo un adelanto y es improbable que logre el apoyo de unos rebeldes conservadores que verían peligrar sus escaños.
Sunak aseguró el lunes a su bancada que no adelantará los comicios. Y el martes defendió que "el mandato obtenido por el partido en 2019 no es la propiedad privada de un único individuo", en referencia a Johnson. "Es un mandato que nos pertenece y nos une", afirmó, prometiendo cumplir aquel programa electoral.
Con información de AFP y Reuters