La responsable de Interior alegó como motivo para su dimisión haber usado su cuenta de correo personal para enviar un documento oficial a un colega, un "error" y una "infracción técnica" por la que aceptaba su "responsabilidad", pero también aseguró que le preocupaban "seriamente" las políticas del gobierno.
"Fingir que no hemos cometido errores, actuar como si nadie pudiera ver que los hemos cometido y esperar que las cosas salgan bien por arte de magia no es una política seria", escribió.
Grant Shapps, exministro de Transporte con Boris Johnson y apoyo de Rishi Sunak (el otro candidato a liderar a los Tories que perdió frente a Truss) fue nombrado, horas después, como sustituto de Braverman.
Rechazada por la opinión pública y cuestionada dentro de su propio partido, la dirigente conservadora aseguró el miércoles en una comparecencia ante el parlamento británico que pretende mantenerse en el cargo.
"Soy una luchadora, no alguien que abandona" y "estoy dispuesta a tomar decisiones difíciles", insistió, pese al humillante abandono de casi la totalidad de las medidas que componían su plan económico.
20 de octubre: renuncia
Aunque la misma mañana del jueves Truss se negaba a dimitir, la presión pudo y más y la líder conservadora presentó su dimisión cerca de mediodía.
"Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador", declaró Truss, de 47 años, que se convirtió en la jefa del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo.
En la próxima semana se llevará a cabo una elección de liderazgo para sustituir a Truss, que es la primera ministra con un mandato más corto de la historia británica. El récord lo ostentaba George Canning, que estuvo 119 días en el cargo cuando murió en 1827.
Dadas las divisiones en el partido, no hay un candidato obvio y cualquier sustituto se enfrentaría a un país que probablemente se dirija a la recesión.
Con información de AFP y Reuters