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Benjamin Netanyahu se encuentra a punto de volver al poder en Israel

La coalición de extrema derecha y ultraortodoxos que apoya al exprimer ministro se perfila a obtener la mayoría legislativa en unas elecciones con una alta tasa de participación.
mar 01 noviembre 2022 03:00 PM
El ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu emite su voto el día de las elecciones generales de Israel en un colegio electoral en Jerusalén el 1 de noviembre de 2022.
El partido de Benjamin Netanyahu, Likud, está a punto de ganar la mayoría legislativa.

Benjamin Netanyahu, el primer ministro que había logrado mantenerse por más tiempo en el poder en Israel, ha vuelto.

La coalición de partidos de derecha, extrema derecha y ultraortodoxos encabezada por el expremier se encuentra cerca de conseguir la mayoría en el Knéset, el parlamento unicameral de Israel.

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De acuerdo con esos sondeos, el Likud de Netanyahu obtuvo entre 30 y 31 escaños, de los 120 que cuenta el Parlamento, contra 22 a 24 de la formación del primer ministro saliente Yair Lapid. Junto a sus aliados, el Likud se acerca a los 61 escaños de una mayoría absoluta.

"Es un buen comienzo", dijo Netanyahu, de 73 años, en un vídeo emitido por la cadena pública israelí Kan 11, pero añadió que los sondeos a pie de urna no eran el recuento real.

El partido Yesh Atid, del jefe de gobierno saliente Yair Lapid, obtuvo de 22 a 24 escaños, siempre de acuerdo con los sondeos a boca de urna. Pero la ventaja de la alianza de Netanyahu sobre el bloque de partidos que apoyan a Lapid es muy corta.

"La mayoría de la población quiere que la derecha esté en el poder, la derecha es mayoritaria en Israel", dijo Yossef Wiezman, un elector de 22 años, partidario de Netanyahu, en un mitin del Likud.

"Lo que ocurre hoy es increíble", señaló Ran Karmi Buzaglo, que espera un "verdadero gobierno de derechas" dirigido por Netanyahu y que incluya a la ultraderecha.

El resultado final no se espera hasta finales de semana, y las disputas estallaron inmediatamente con el partido Likud de Netanyahu advirtiendo de posibles intentos de falsificar los resultados.

La campaña, que se inició semanas después de un breve conflicto con el grupo militante Yihad Islámica en Gaza en agosto, también se ha desarrollado en un contexto de creciente violencia en la Cisjordania ocupada, con redadas y enfrentamientos casi diarios.

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Estas operaciones han causado más de 120 muertos del lado palestino, el peor balance en siete años.

Sin embargo, el conflicto ha tenido poco impacto directo en la campaña, que se ha visto ensombrecida por la personalidad desmesurada de Netanyahu, cuyas batallas legales han alimentado el estancamiento que bloquea el sistema político israelí desde que fue acusado de soborno, fraude y abuso de confianza en 2019.

Al emitir su voto en Jerusalén, Netanyahu, después de advertir a sus partidarios sobre la potencial alta participación de sus oponentes, dijo: "Os dije que estaba un poco preocupado pero si Dios quiere... terminaremos el día con una sonrisa".

Incertidumbre

Estas proyecciones pueden sin embargo modificarse a medida que avanza el escrutinio oficial y alterar drásticamente el resultado final, como ya sucedió en otras ocasiones en Israel.

En el sistema proporcional de Israel, las listas electorales deben obtener al menos el 3.25% de los votos para acceder al Parlamento con un mínimo de cuatro escaños. Por debajo de este umbral, los partidos se quedan sin representación.

La división de los partidos árabes los pone en riesgo de no alcanzar ese mínimo y favorecer así la victoria de Netanyahu y sus aliados.

En 2020, los partidos árabes israelíes consiguieron un resultado récord de 15 escaños tras una campaña dinámica bajo una sola lista. Pero esta vez se presentan dispersos en tres candidaturas: Raam (islamista moderado), Hadash-Taal (laico) y Balad (nacionalista).

Los israelíes acudieron a votar masivamente en las quintas elecciones legislativas celebradas en el país en menos de cuatro años, con un Netanyahu determinado a volver al poder. La clase política multiplicó a lo largo de la jornada los llamamientos a los 6.8 millones de electores inscritos a votar, lo que parece haber dado sus frutos.

A las 20:00, dos horas antes del cierre de los colegios electorales, la tasa de votación era del 66.3%, el índice más alto a la misma hora desde 1999, según la comisión electoral.

Frente al "bloque de derechas" de Netanyahu, Yair Lapid, de 58 años y primer ministro desde julio, intentó convencer a los electores de mantener el rumbo de los últimos meses con su coalición formada por partidos de izquierda, centro, derecha y árabes.

Con información de AFP y Reuters

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