"Puedo estar aquí como presidente de Estados Unidos y decir con confianza que Estados Unidos cumplirá sus objetivos de emisiones para 2030", señaló.
Su discurso pretendía recordar a los representantes de los gobiernos reunidos en Sharm el-Sheikh que deben mantener vivo el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial dentro de los 1.5 grados centígrados para evitar los peores impactos del calentamiento planetario.
"Todos los países deben hacer más. En esta reunión debemos renovar y mejorar nuestras ambiciones climáticas", añadió.
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, sólo por detrás de China.
Washington se ha comprometido a recortar entre un 50 y un 52% sus emisiones en 2030, respecto a los niveles de 2005.
Antes de su llegada, el gobierno de Biden trató de preparar el terreno presentando un plan nacional para reprimir las emisiones de metano de la industria petrolera y del gas de Estados Unidos, uno de los gases de efecto invernadero más potentes, en una medida que desafió meses de presión por parte de los perforadores.
ONG exigen a Biden apoyar el fondo para pérdidas y daños
Las organizaciones ecologistas internacionales y africanas piden a Biden que se comprometa a apoyar un mecanismo de pérdidas y daños que costee el impacto de la crisis climática en los países más vulnerables ante los efectos del calentamiento global.