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Negociar o escalar el conflicto, ¿qué opciones le quedan a Putin en Ucrania?

Después de varios éxitos de la contraofensiva de Ucrania, como la liberación de Jersón, el ejército ruso debe replantear la estrategia que sigue en el país.
vie 18 noviembre 2022 07:57 AM
Un soldado ucraniano dispara un mortero en la primera línea mientras el ataque de Rusia contra Ucrania continúa.
La retirada rusa de Jersón, que Moscú esperaba utilizar como base en el sur de Ucrania ocupada, reordenó la baraja en la guerra de casi nueve meses.

El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene dos opciones tras la humillante retirada de sus tropas de la ciudad ucraniana de Jersón: la escalada, con el riesgo de perder el control de la situación, o tratar de salvar la cara entablando negociaciones con Kiev.

La decisión dependerá en gran medida de la evolución de la guerra. Los analistas advierten que, con la llegada del invierno boreal, podría producirse un estancamiento progresivo, salpicado de daños colaterales como el misil ucraniano que cayó accidentalmente en Polonia el martes.

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¿Qué pasó en Jersón?

La retirada rusa de Jersón, que Moscú esperaba utilizar como base en el sur de Ucrania ocupada, reordenó la baraja en la guerra de casi nueve meses.

La importancia de esta ciudad para el Kremlin por su ubicación clave para unir a Crimea, anexionada por Rusia desde 2014, con el puerto ucraniano de Odesa al oeste, la ha eximido de la destrucción.

Rusia dispara un misil desde un submarino nuclear

Su reconquista por las fuerzas ucranianas en el tercer mes de una gran contraofensiva bloquea los planes de Moscú por asegurar el control de la costa ucraniana del mar Negro.

Jersón se encuentra ahora bajo fuego debido a un empuje ucraniano hacia el este en la región homónima, y posiblemente hacia Crimea. Es probable que el peligro continúe.

El jueves, artilleros ucranianos y rusos intercambiaron proyectiles a través del río Dnipro, que divide la región de Jersón. Los golpes resonaban mientras una lluvia helada empapaba la ciudad.

"Rusia es la que más puede ganar con una pausa y por eso Ucrania tiene un incentivo para seguir presionando", afirmó Rob Lee, del Instituto de Investigación de Política Exterior de Estados Unidos.

Investigadores del territorio reconquistado en la zona descubrieron 63 cadáveres con señales de tortura después de que las fuerzas rusas se marcharon, dijo el jueves el ministro del Interior de Ucrania.

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Para Ucrania, la retirada rusa de Jersón, en el sur del país, constituye su tercer éxito importante desde que comenzó el conflicto a fines de febrero.

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El primero fue impedir que los rusos lograran apoderarse de Kiev al comienzo de la invasión y luego, en septiembre, la reconquista de la región de Járkov, en el noreste.

Con el ánimo enardecido, los ucranianos tienen ahora en el punto de mira otros territorios ocupados por Rusia en el este, así como Crimea, la península que Moscú se anexionó en 2014 y cuya reconquista planteó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como condición para que termine la guerra.

“Un simple alto el fuego no funcionará”, dijo Zelenski en una entrevista por video durante el Bloomberg New Economy Forum en Singapur. “A menos que liberemos todo nuestro territorio, no traeremos la paz”.

Una apuesta por el desgaste

Pero el torrente de misiles rusos contra infraestructuras civiles de toda Ucrania recordó esta semana que el precio a pagar será alto, pues Putin considera que esa condición está fuera de cuestión.

"Históricamente, las autoridades rusas nunca negocian desde una posición de debilidad", afirmó Cyrille Bret, un investigador del gabinete Institut Jacques Delors de París.

Con la reciente movilización de 300,000 reservistas, los rusos "están pensando en cómo alterar el equilibrio de fuerzas, con operaciones militares pero también con iniciativas diplomáticas, económicas o, incluso, encubiertas", explicó.

Una guerra de desgaste salpicada de bombardeos aéreos rusos, por ejemplo, podría socavar la determinación de los ucranianos durante el invierno.

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El hecho de que los días tengan menos horas de luz limita además la capacidad de llevar a cabo operaciones que le permitan a Ucrania recuperar territorio en el este.

"Los rusos están mejor que cuando llegaron al país, en febrero, cuando estaban mal preparados", declaró a la AFP un responsable occidental que pidió el anonimato. "Estamos asistiendo a un mayor grado de coherencia en el enfoque militar general" que se le está dando al conflicto, apuntó.

Solo este jueves, los bombardeos rusos sobre el territorio ucraniano dejaron a más de 10 millones de personas sin electricidad, informó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

"Actualmente, más de 10 millones de ucranianos están sin electricidad", indicó por la noche Zelenski, precisando que las regiones de Odesa (sur), Vinnytsia (centro), Sumy (noreste) y Kiev (norte) eran las más afectadas.

Rusia afirmó que el sufrimiento de los civiles en Ucrania es "la consecuencia" de la negativa de Kiev a negociar.

Ucrania ya había sido golpeada el martes por una serie de ataques que dejaron sin electricidad por varias horas igualmene a unos 10 millones de usuarios, según las autoridades de Kiev.

Crimea, el punto más complicado

Si Ucrania registrara más éxitos en el campo de batalla, podría incrementar su presión para un acuerdo negociado, apuntan los analistas, que recuerdan sin embargo que la voluntad de Zelenski de recuperar Crimea ha despertado preocupación entre sus aliados occidentales.

Muchos habitantes de Crimea quieren que la península siga siendo parte de Rusia, que necesita una base de operaciones para su flota en el mar Negro.

"Esto es un asunto existencial para la Marina rusa y para los propios rusos", señaló William Alberque, del Instituto internacional para estudios estratégicos.

"Teniendo poder sobre Crimea, el acuerdo podría ser congelar la línea de batalla aquí", dijo, planteando que si Crimea queda fuera de la mesa de negociación, Rusia tendrá menos "presión".

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó el martes que, después de hablar con los líderes del G20 en Bali, "la vía de la negociación no es incompatible con la resistencia" de Ucrania y que "hoy probablemente haya más consenso sobre esta postura".

Macron dijo que planea hablar con Putin próximamente, para insistir sobre todo en una advertencia del G20 con el fin de evitar una escalada nuclear en el conflicto.

Algunos analistas también ven un cambio de postura por parte de Estados Unidos, cuyo apoyo militar es crucial para Kiev.

La semana pasada, el general estadounidense Mark Milley afirmó que la guerra no puede saldarse con una victoria militar pero que existe "una ventana de oportunidad para la negociación".

Y esa misma semana, el jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, William Burns, se reunió con su par ruso, Sergei Naryshkin, en Turquía, en un inusual cara a cara.

¿El momento de negociar?

Con todo, las negociaciones son de momento poco probables, pues ambos bandos están convencidos de que todavía pueden ganar en el campo de batalla.

"Desde luego, a Ucrania no le interesa tener líneas de batalla fijas, quiere registrar victorias durante el invierno para estar en una posición mucho más fuerte la próxima primavera", apuntó Alberque.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo el martes al margen de la cumbre del G20 que las condiciones de Ucrania para iniciar conversaciones de paz no son realistas.

"Todos los problemas proceden de la parte ucraniana que rechaza categóricamente negociaciones y avanza reivindicaciones que son manifiestamente no realistas", afirmó Lavrov.

El ministro ruso dijo que expuso esta posición en su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.

Según Lavrov, "el proceso de resolución se ve frenado por Ucrania", un país que Rusia invadió el 24 de febrero.

Emma Ashford, responsable en el Stimson Center de Washington, indicó no obstante que el presidente estadounidense Joe Biden y su administración "deben pensar en el momento adecuado para impulsar las negociaciones y en qué medida los costes de seguir luchando son mayores a los beneficios".

La experta esbozó tres escenarios posibles para los próximos meses que podrían facilitar una negociación: que Ucrania registre más avances, que Rusia ataque con más fuerza o un estancamiento.

"Lo que tienen en común los tres es que, en todos, los resultados en el campo de batalla apuntan hacia un consenso sobre la posibilidad de lograr un acuerdo", escribió Ashford en la revista Foreign Affairs el pasado octubre.

Con información de AFP y Reuters

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