Profeco analizó 40 productos entre jamones y embutidos comercializados en México.(iStock)
Expansión Digital
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó la calidad de 40 productos comerciales entre jamones y embutidos y encontró que varios no cumplen con lo que indican sus etiquetas, lo que puede confundir y afectar a la población consumidora.
El estudio, publicado en la edición de julio de la Revista del Consumidor, revela que algunos productos contienen menos cantidad de lo declarado, tienen un nivel de sodio o grasa mayor al indicado y, en ciertos casos, ni siquiera pueden considerarse jamón o embutido de carne.
Aunque todos los productos cumplen con las normas sanitarias, Profeco detectó irregularidades en el etiquetado que pueden llevar a error:
Exceso de nitritos (aditivo común):
El Mexicano: Jamón campirano de pavo
Proteína menor a la declarada:
Bafar Virginia: Jamón de pavo
Fud: Jamón de pierna horneado
Grasa menor a la declarada:
Bafar: Jamón americano
Bafar: Jamón lunch
Sodio menor al declarado:
Chimex: Jamón Ibero Barcelona
Nutri Deli: Jamón de pierna horneado
Zwan Premium: Jamón de cerdo y pavo
Producto con más proteína y menos sodio de lo declarado:
Benji: Imitación jamón 100% vegano
Estos hallazgos muestran la importancia de leer cuidadosamente las etiquetas y consumir con moderación, dado el riesgo para la salud por el exceso de sodio y nitritos.
Profeco recomienda revisar cuidadosamente las etiquetas antes de comprar cualquier alimento(sergeyryzhov/Getty Images)
Se esconden en el jamón, pero no lo son
Varias marcas comercializan productos que, aunque parecen jamón, no lo son realmente. Se presentan con nombres como “embutido”, “embutido cárnico”, “embutido cocido de carne de cerdo y pavo” o “producto cárnico cocido”, entre otros.
De acuerdo con Profeco, estos productos no están regulados por la Norma Oficial Mexicana NOM-158-SCFI-2003, que define la composición, calidad y etiquetado del jamón.
Lo preocupante es que sus empaques usan imágenes muy similares a las de jamones auténticos y se venden justo al lado de estos en los refrigeradores, lo que puede inducir a error a los consumidores. Esta situación fue detectada por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor en el estudio realizado.
Embutidos que no cumplen:
Contenido neto inferior al declarado:
Aurrerá: Cocido de cerdo y pavo
No cumple con el contenido permitido de nitritos:
Galy: Galicia Virginia
Declaran más proteína de la que contienen:
Tres Castillos: Embutido cárnico cocido
Galicia: Virginia
Kir Clásico: Embutido
Declaran menos grasa de la que contienen:
BAFAR CLÁSICO: Embutido cárnico
Duby Cocido: Embutido
Galy: Galicia Virginia
Estos productos, al no cumplir con la normativa, intentan hacerse pasar por jamón, engañando a quienes los compran. Por eso, es fundamental leer las etiquetas para evitar confusiones y conocer con certeza lo que se consume.
Profeco alertó sobre productos que parecen jamón pero no lo son.(sergeyryzhov/Getty Images)
Revisa las etiquetas antes de comprar
Antes de adquirir cualquier producto, es vital leer con atención la etiqueta para saber exactamente qué estás llevando. En particular, los “embutidos” no están regulados por ninguna norma oficial que defina su denominación ni controle la calidad o tipo de carne e ingredientes que contienen.
Estos productos pueden incluir cualquier parte de pollo, pavo o cerdo, e incluso estar elaborados con pastas cárnicas. Suelen tener un contenido de soya más alto que el jamón tradicional y diferentes porcentajes de fécula, lo que reduce su valor nutricional. Por ello, no te dejes llevar por la apariencia o el empaque; verifica bien la información antes de comprar.