Los escolitinos devoran todo lo que rodea a los árboles de coníferas y acaban matándolos al impedir que el agua y los nutrientes del suelo lleguen a las ramas más altas.
"Estos insectos causaron estragos en toda Europa central y oriental, especialmente a partir de 2018", explica a la AFP Markus Melin, científico del Instituto de Recursos Naturales de Finlandia.
El riesgo de que la epidemia se extienda es "mucho mayor ahora" debido al calentamiento global, argumenta. "Tenemos que aceptarlo y adaptarnos. Las cosas están cambiando muy rápido".
La amenaza es por lo general mucho mayor en el sur de Finlandia, pero en el caluroso verano de 2021 estos xilófagos causaron estragos "muy al norte", en la región de Kainuu.
"Se benefician del calentamiento”
"Es un fenómeno bien conocido: los escarabajos de corteza son una de las especies que más se benefician del calentamiento global para extenderse", afirma Melin.
Estos coleópteros eligen árboles ya debilitados por los veranos calurosos y la falta de agua.
El clima cada vez más cálido también acelera el ciclo de vida de estos escarabajos. "Su tasa de mortalidad está disminuyendo y se reproducen mucho más rápido", dice Melin.
Aunque al principio eligen los árboles más débiles, una vez que son muy numerosos, atacan a los árboles sanos.
Si los guardas forestales no reaccionan a tiempo eliminando los árboles más débiles, "de repente los escolitinos, al ser muy numerosos, pueden atacar a los árboles sanos", explica Melin, "acelerando el ciclo de destrucción”.