Las autoridades fronterizas estadounidenses detuvieron a un número récord de 2.2 millones de inmigrantes en la frontera con México en el año fiscal 2022, que terminó en septiembre, pero el total incluye a personas que intentaron cruzar varias veces.
Esto ha hecho que la presión para Biden para controlar la situación en la frontera haya aumentado, sobre todo desde el Partido Republicano, que ahora controla la Cámara de Representantes.
En búsqueda de demostrar que se toma el tema en serio y lograr el apoyo bipartidista que sus planes necesitan, Biden ha anunciado varias política para evitar la llegada de más inmigrantes, incluso varias que son continuación de las implementadas.
El 5 de enero, el gobierno de Biden anunció nuevos planes para bloquear la entrada de inmigrantes provenientes de Cuba, Haití y Nicaragua a través de la frontera sur, lo que amplía el abanico de nacionalidades que pueden ser expulsadas a México bajo el Título 42.
Estas restricciones se habían aplicado previamente a mexicanos, algunos centroamericanos y venezolanos.
“En su afán por reducir el número de migrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos en busca de protección, el gobierno de Biden ha vuelto a negociar con México la ampliación de un programa que un juez federal estadounidense ya había dictaminado que viola “arbitraria y caprichosamente” las leyes de Estados Unidos, y que no tiene ninguna base en cuestiones de salud pública”, indico la WOLA, una organización de defensa de los Derechos Humanos, en un comunicado.