En Turquía, el número de muertos se elevó a 5,434 y 20,534 personas heridas, declaró el martes el vicepresidente Fuat Oktay.
En Turquía, el número de muertos se elevó a 5,894, según el último balance de las autoridades, mientras que en Siria murieron al menos 1,932 personas, lo que suma un total de 7,826 víctimas mortales.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en las diez provincias del sureste azotadas por el sismo.
En base a los mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que "23 millones de personas están expuestas" a las consecuencias del terremoto, "incluyendo 5 millones de personas vulnerables".
"Es una carrera contra el reloj", advirtió el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Sigue la búsqueda de sobrevivientes
A veces con las manos desnudas, los socorristas continuaron la dramática búsqueda de supervivientes durante la noche, desafiando el frío, la lluvia o la nieve y el riesgo de nuevos derrumbes.
En Jindires, un localidad siria en la frontera con Turquía, una recién nacida, todavía con el cordón umbilical unido a su madre fallecida, fue hallada viva entre los cascotes de un edificio.
Más al sur, en Alepo, Mahmud al Ali espera junto a un edificio destruido. "Mi suegra, mi suegro y dos de sus hijos (están atrapados)", dice. "Estamos aquí sentados, en el frío y la lluvia, esperando que los socorristas empiecen a excavar".
En Hatay, en el sur de Turquía, rescataron con vida a una niña de 7 años que había quedado bloqueada bajo una montaña de escombros. "¿Dónde está mi madre?", dijo la pequeña, con su pijama rosa manchado de polvo, en brazos de un socorrista.