Pocos días antes de cumplir cuatro años, el 3 de mayo de 2007, la niña británica Madeleine McCann desapareció del departamento donde ella y sus padres pasaban unas vacaciones en Algarve, Portugal.
La pedida de ayuda internacional provocó que el caso tuviera una enorme atención mediática, sin embargo, la niña jamás fue encontrada, ni viva ni muerta. El fin de semana, el caso dio un giro inesperado con las declaraciones de una joven polaca que asegura ser Madeleine.
Esto es lo que sabemos sobre la desaparición de Madeleine McCann y las investigaciones de este caso.
Madeleine McCann, de entonces, desapareció de su dormitorio el 3 de mayo de 2007 durante unas vacaciones familiares en la región del Algarve mientras sus padres cenaban con unos amigos en el balneario de Praia da Luz.
Kate y Gerry McCann hacían turnos cada media hora para visitar a los pequeños y en el de las 22:00 horas Kate se percató de que Maddie ya no estaba. En el departamento 5A del complejo turístico Ocean Club sí estaban los gemelos hermanos de Madeleine, pero no había rastro de la niña de tres años.
Llamaron a la policía. El personal y los huéspedes iniciaron la búsqueda que se prolongó hasta el amanecer. La policía fronteriza y el persona del aeropuerto fueron puestos en alerta y cientos de voluntarios se unieron a los esfuerzos para encontrar a la niña en los días siguientes.
La imagen de la pequeña rubia de ojos azules con una pequeña mancha en el ojo dio la vuelta al mundo. La policía portuguesa señalaba que Madeleine posiblemente fue secuestrada, pero que todavía estaba viva y seguía en territorio de Portugal.
En agosto de 2007, cuando se cumplían 100 días de la desaparición de Madeleine, la policía portuguesa reconocían que la niña no sería encontrada vida.
Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, fueron entrevistados como sospechosos de la desaparición de la niña por la policía portuguesa en septiembre de 2007. Días después, los McCann regresaron a Reino Unido.
Los McCann contrataron para su defensa al abogado Rogério Alves. Fueron exonerados. “Esa teoría es infundada y ha sido refutada”, dijo Alves al diario El País.
El detective a cargo del caso, Gonçalo Amaral, publicó el libro Maddie, la verdad de la mentira, asegura que la niña murió por un somnífero que sus padres le suministraron con la intensión de cenar con sus amigos, una versión que fue desmentida. Los McCann incluso llevaron a juicio a Amaral por estas acusaciones.
Años después, Amaral reconoció vía un correo electrónico que nunca tuvo pruebas sólidas para decir que una negligencia parental estaba detrás de la muerte y desaparición de Madeleine McCann.
Los padres después aseguraron que la familia había sido observada por un “depredador sexual” en los días previos a la desaparición de su hija. Los McCann publicaron bocetos de un sospechosos, basado en la descripción de un turista británico que vio a un “hombre espeluznante”, cerca del centro turístico donde se hospedaban.
El 21 de julio de 2008, la policía de Portugal archivó la causa por falta de pruebas.
A pesar de una amplia gama de sospechosos y teorías sobre lo ocurrido, hasta el momento nadie ha sido condenado por su rapto y posible asesinato. Tampoco se ha encontrado ningún rastro de la menor, por lo que sus padres claman para que las investigaciones continúen.
La Policía Judicial de Portugal entregó documentos con cientos de nombres relacionados con el caso de Madeleine a las autoridades británicas en 2012, según la fuerza.
El caso fue reabierto en 2013 e involucro no solo a la policía de Portugal y de Reino Unido, sino también a autoridades en otros países de Europa, principalmente Alemania.
La policía de Alemania dijo en junio de 2020 que se suponía que Madeleine había muerto y que el abusador de niños y narcotraficante condenado Christian Brueckner probablemente era el responsable.
Brueckner vivió en el Algarve entre 1995 y 2007 y robó hoteles y apartamentos de vacaciones, según documentos judiciales vistos por la agencia Reuters en 2020. También falsificó pasaportes y fue atrapado robando diésel en un puerto portugués.
Entonces los fiscales aseguraban que tenían “pruebas concretas” de la muerte de la niña, pero no contaban con evidencia forense, como el cadáver.
"Es evidencia concreta, hechos que tenemos, no meras sospechas", dijo el fiscal, advirtiendo que no se podía entregar más información. "No tenemos evidencia forense de la muerte, no tenemos un cuerpo”, dijo Hans Christian Wolters a la agencia AFP entonces.
La investigación, a pesar de todo, continuó y el 22 de abril del año pasado las autoridades hicieron acusaciones que apuntaban al ciudadano alemán como el sospechoso de la desaparición de Madeleine.
El sospechoso, cuya identidad no fue revelada, fue imputado el 20 de abril, precisó la Fiscalía en un comunicado. Las autoridades alemanas afirman desde 2020 que disponen de pruebas del asesinato de Maddie, desaparecida en Portugal a la edad de 3 años, y señalan como principal sospechoso a un pedófilo reincidente alemán, identificado como Christian B.
El hombre cumple actualmente pena de prisión por la violación de una estadounidense de 72 años en 2005 en el sur de Portugal.
Los padres de la niña recibieron la noticia con satisfacción y dijeron que esperaban reunirse con su hija 15 años después de su desaparición.
El caso dio un nuevo giro este fin de semana. Una joven polaca llamada Julia Faustyna asegura en redes sociales que ella en realidad es Madeleine McCann y asegura que los padres de la niña han accedido a realizarse una prueba de ADN para confirmar su identidad.
En la cuenta de Instagram @iammadeleinemccann —que cuenta con casi 800,000 seguidores al momento de cierre de esta nota— ha publicado varias fotografías y videos en los que compara su apariencia con los de Madeleine, sus hermanos, así como los padres de la niña.
Por ejemplo, Faustyna dice tener "la marca en el mismo ojo, pero está desvanecida”, que se podía ver en las fotos de Madeleine. También asegura compartir con la niña lunares, marcas y pecas similares.
La joven polaca también afirma reconocer a uno de los pedofilos que abusó de ella en su infancia en una antigua foto publica en el sitio findmadeleine.com, quien sería un alemán.
Faustyna también señala que no recuerda su infancia, que su familia le ha negado explicaciones o una prueba de ADN para aclarar sus dudas.
“No había oído hablar de este caso hasta que comencé a hacerles preguntas a mis padres sobre mi infancia, ya que tengo poco o ningún recuerdo de eso. Cuando he tenido conversaciones con ellos, las cosas no parecen cuadrar y siempre intentan cambiar de tema”, indicó la mujer al medio Daily Star.
