También el 7 de abril, otro tribunal federal, ubicado en el estado de Washington, dictaminó que se debe mantener el acceso a la mifepristona, en respuesta a una demanda de 17 estados gobernados por demócratas.
"El resultado es un limbo insostenible para Danco, para los proveedores, para las mujeres y para los sistemas de atención médica", dijo Danco.
En Estados Unidos, los estados han tenido libertad para legislar sobre el aborto desde junio de 2022, cuando la Corte Suprema anuló el histórico fallo Roe vs. Wade que consagraba el procedimiento como un derecho constitucional desde hacía casi medio siglo.
Más de una docena de estados aprobaron desde entonces leyes que prohíben o restringen severamente el aborto.
El caso más reciente fue Florida, uno de los estados más poblados de Estados Unidos, donde el gobernador republicano Ron DeSantis promulgó el jueves una ley que prohíbe la mayoría de los abortos después de seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
Actualmente, el aborto está prohibido en 15 estados. Sin embargo, existen opciones para las mujeres: píldoras abortivas enviadas desde el extranjero o desde otros estados, y también vendidas en línea.
Para los estados donde el aborto sigue siendo legal, si se restringe el acceso a la píldora abortiva, las mujeres aún tendrían la alternativa de un aborto por aspiración, más engorroso y que requiere ir a una clínica.
Algunos médicos evalúan ofrecer abortos solo usando la segunda tableta, misoprostol. Pero este método tiene una tasa de efectividad ligeramente más baja y más efectos secundarios (calambres severos, por ejemplo) que la combinación de misoprostol y mifepristona.
Las encuestas de opinión pública muestran que una clara mayoría de estadounidenses quiere que se mantenga el acceso al aborto seguro.