Naciones Unidas y varios países han instado a los líderes militares rivales a respetar los altos al fuego declarados, que en la mayoría de los casos se han ignorado, y a abrir pasos seguros tanto para los civiles que huyen como para el suministro de la ayuda.
Con el aeropuerto cerrado y los cielos inseguros, miles de extranjeros -entre ellos personal de embajadas, cooperantes y estudiantes en Jartum y otros lugares del tercer país más grande de África- tampoco han podido salir.
El Ejército declaró a primera hora del sábado que habilitaría vías seguras para evacuar a ciudadanos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y China, mientras que Arabia Saudí y Jordania ya estaban evacuando a través de Port Sudan, en el mar Rojo. Los aeropuertos de Jartum y Nyala, la mayor ciudad de Darfur, presentaban problemas, agregó.
Un diplomático extranjero que pidió no ser identificado dijo que parte del personal diplomático en Jartum esperaba ser evacuado por vía aérea desde Port Sudan en los próximos dos días.
La embajada de Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos de que había "información incompleta" sobre los convoyes que salían de Jartum y que los viajes serían por cuenta y riesgo de cada uno.
El Ejército y la FAR paramilitar, que libran una mortífera lucha por el poder en todo el país, habían emitido sendos comunicados en los que anunciaron que mantendrían un alto el fuego de tres días a partir del viernes, con motivo de la festividad islámica de Eid al-Fitr.