En marzo, la inflación en Reino Unido creció 10.1% en términos anuales y los británicos sufrieron el año pasado precios récord en los energéticos y los alimentos.
Estas condiciones, más la sobrecarga de trabajo durante la pandemia de covid-19 en los sectores santitario y de transporte, han generado varias huelgas nacionales desde diciembre de 2022.
El 51% de los encuestados por YouGov cree que la coronación de Carlos III no debería ser pagada por el gobierno o con dinero de los contribuyentes.
Además, el Reino Unido atraviesa un momento de crisis política. El Partido Conservador, en el poder desde 2015, no ha logrado elegir a un líder que se mantenga como primer ministro por más de tres años.
Solo durante 2022, el país tuvo tres jefes de gobierno: Boris Johnson, quien renunció por un escándalo político en julio; Liz Truss, obligada a dimitir un mes después de ocupar el cargo cuando sus políticas económicas hundieron a la libra esternila en su peor nivel histórico, y Rishi Sunak, quien continúa como primer ministro.
"Genera mucha especulación sobre qué tanto lograra él (Carlos III) como persona con el carisma tan diferente, con ese loiderazgo tan diferentes, y de cierta manera, corto, podrá abonar al clima social en el Reino Unido para que pueda estabilizarse en el plano económico y político", explica además Arlene Ramírez Uresti, profesora de la Universidad Iberoamericana y especialista en política internacional.
Sin embargo, la fidelidad del pueblo británico en general hacia la Corona está lejos de terminar por este tipo de movimientos.
De acuerdo con Norma Soto, los británicos de nacimiento siguen siendo fieles a sus reyes. Pero dado que el Reino Unido se está convirtiendo en una sociedad más diversa, con la llegada de refugiados, recién nacionalizados e inmigrantes, existe un sector de la población con ideas nuevas y, por lo general, contrarias a la tradición de la monarquía.
Por su parte, Ramírez Uresti señala que la corona ha servido por muchos años como un "ancla" de la identidad y unidad nacional del país, por lo que el liderazgo que pueda adoptar el nuevo monarca puede ser clave para que el Reino Unido supere sus problemas actuales, gracias a su apoyo a planes políticos.
La tarea de la transición
La experta en negocios internacionales, en este sentido, explica que una de las principales misiones del rey Carlos III será preparar a su hijo Guillermo, príncipe de Gales, para consolidar una nueva era posterior a Isabel II.
"Carlos tendrá que ser sumamente flexible y sumamente abierto a las reformas que está pidiendo la población, sobre todo, pensando en un heredero al trono, por ejemplo, que tiene un perfil completamente diferente y que la gente apoyo ese tipo de monarquía, una monarquía mmás autónoma del erario, más proactiva, pero no invasiva", explicó Ramírez Uresti.
Guillermo, el príncipe de Gales, es la segunda figura de de la corona británica con mayor aceptación, solo después de su abuela, Isabel II, de acuerdo con la misma encuesta de YouGov.
A Carlos "le tocará, quizás, cerrar una etapa importante de la monarquía en el Reino Unido y empezar a consruir un capítulo nuevo, pensando si el plan y el objetivo es mantener la institución, tendrá que haber reformas importantes", insistió la especialista de la Ibero.
Con información de Fernanda Hernández Orozco