Aparte de Pekín, algunas zonas de las cercanas Hebei, Henan, Shandong, Mongolia Interior y Tianjin elevaron o mantuvieron su alerta por calor en "roja", la más alta del sistema de alerta de cuatro niveles de China.
Una alerta roja significa que la temperatura podría superar los 40ºC en 24 horas.
Hasta las 13:13 hora local, un área de 450,000 kilómetros cuadrados había registrado temperaturas superiores a 37°C, según medios locales.
"La ola de calor del año pasado da una idea de los riesgos para el suministro de alimentos en China y el impacto potencial en los precios", escribió Capital Economics en una nota el viernes.
"Otra sequía perjudicaría el rendimiento de los cultivos, mientras que el ganado es vulnerable a las altas temperaturas".
La ola de calor, la segunda en unos 10 días, fue causada por masas de aire caliente asociadas con crestas de alta presión en la atmósfera. El efecto se vio amplificado por la escasa nubosidad y las largas horas de luz en torno al solsticio del verano boreal, según los meteorólogos chinos.
En Pekín, entre 1990 y 2020, la media de días con temperaturas de 35ºC o más fue de 10.6, informó el diario oficial Beijing Daily, citando datos oficiales.
Aún no ha terminado junio y ya se ha superado esa cifra, según el periódico, después de que las temperaturas en Pekín superaran el sábado los 35°C por undécimo día este año.
El viernes, las temperaturas alcanzaron los 40.3ºC, tras los 41.1ºC del jueves, el segundo día más caluroso registrado en la capital china en la era moderna.
La máxima histórica de Pekín, 41.9ºC, se registró el 24 de julio de 1999.
Se espera que las olas de calor en el norte de China disminuyan el lunes antes de volver a fortalecerse a finales de semana.