Para el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, el cuestionamiento de las elecciones representa una "grave amenaza a la democracia con implicaciones de largo alcance".
"Las acciones para interferir con el resultado de las elecciones violan el espíritu de la Constitución de Guatemala y amenazan la legitimidad de su proceso democrático", insistió.
La máxima instancia del país, cuyos fallos son inapelables, aceptó el sábado por la noche un amparo promovido por nueve partidos de derecha, por lo que ordenó al Tribunal Supremo Electoral suspender provisionalmente "la calificación y oficialización de resultados".
Las agrupaciones aseguran que hay más de mil actas alteradas. Esa cantidad de actas representan 0.82% de las 121,227 procesadas (de un total de 122,293) en el escrutinio, según cifras oficiales.
En las elecciones generales del pasado domingo, los socialdemócratas Sandra Torres (15.86%) y Bernardo Arévalo (11.77%) fueron los más votados entre los 22 aspirantes. El balotaje de las presidenciales está previsto para el 20 de agosto.
Convocan a nueva audiencia
El fallo de la máxima corte precisa que se debe convocar "a una nueva audiencia de revisión de escrutinios, en las que los sujetos legitimados podrán hacer valer las objeciones e impugnaciones que estimen pertinentes".
Además, ordena que, de comprobarse que "se pudo haber alterado el resultado de la votación", las juntas electorales deber corregir esos errores o "analizar si concurren los supuestos de anulación que prevé la ley".
Entre los partidos que interpusieron la querella figuran el oficialista Vamos, que postuló a la presidencia a Manuel Conde, tercero en la contienda (con 7.84%), y Valor, que lanzó a Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt (1982-1983).
Unas 50 personas, algunas portando banderas de Guatemala, llegaron este domingo a la sede del TSE en la capital para exigir un nuevo conteo de votos al considerar que el pasado domingo se cometió un fraude electoral.
"La protesta el día de hoy es porque el ciudadano común se ha dado cuenta que hubo fraude, el TSE nos saca un partido político que no es nadie en el país, ni lo conocen", afirmó a la AFP el militar retirado Boris Lemus, quien portaba una boina negra con el escudo de la unidad paracaidistas.
Se refería al Movimiento Semilla, el partido de Arévalo, quien dio la gran sorpresa al quedar segundo pues nunca figuró entre los favoritos sino en el octavo lugar de los sondeos.