Efectos típicos
El fenómeno de El Niño se asocia típicamente con un incremento de la pluviosidad en algunas zonas meridionales de América del Sur, el sur de los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia Central.
Por el contrario, El Niño también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia, algunas partes del sur de Asia, América Central y el norte de América del Sur.
Durante el verano boreal, la mayor calidez de las aguas como consecuencia de El Niño puede provocar huracanes en las partes central y oriental del océano Pacífico y dificultar su formación en la cuenca atlántica.
Por lo general, El Niño tiene el efecto contrario a La Niña, cuyo episodio más reciente finalizó a principios de 2023.
Situación actual y perspectivas
Desde febrero de 2023, las anomalías medias mensuales han ocasionado un aumento significativo de la temperatura de la superficie del agua en la parte centroriental del Pacífico ecuatorial, que ha pasado de casi medio grado Celsius por debajo de la media(-0,44 en febrero de 2023) a alrededor de medio grado Celsius por encima de la media (+0,47 en mayo de 2023). Durante la semana del 14 de junio de 2023, las anomalías en la temperatura cálida de la superficie del mar siguieron aumentando, hasta alcanzar un valor de +0,9 ºC.
Las pruebas obtenidas durante las observaciones oceánicas y atmosféricas efectuadas apuntan claramente a que se están dando las condiciones típicas de un episodio de El Niño en el Pacífico. Sin embargo, persiste cierta incertidumbre debido a que el acoplamiento océano-atmósfera, esencial para que se amplifiquen y prolonguen los efectos de El Niño, es muy débil. Se prevé que se necesitará más o menos otro mes para presenciar un acoplamiento completo en el Pacífico tropical.