"Una de las lecciones que hemos extraído es la necesidad de más datos de alta calidad y de datos medidos con instrumentos bien calibrados, observaciones múltiples y la necesidad de una conservación de datos de alta calidad", añadió.
A lo largo de 27 años se han recogido más de 800 eventos, de los cuales entre el 2 y el 5% se consideran posiblemente anómalos, explicó la periodista científica Nadia Drake, participante en el estudio.
Estos se definen como "cualquier cosa que no sea fácilmente comprensible por el operador o el sensor" o "algo que está haciendo algo raro".
Mientras que las sondas y exploradores de la NASA rastrean el sistema solar en busca de fósiles de antiguos microbios, y sus astrónomos buscan señales de civilizaciones inteligentes en planetas lejanos, ésta es la primera vez que la NASA investiga fenómenos inexplicables en los cielos de la Tierra.
La postura de la agencia en el pasado era "desacreditar" tales avistamientos, lo que reforzaba el estigma sobre la búsqueda de vida extraterrestre.
Varios de los científicos del estudio han sido objeto de acoso en Internet como consecuencia de su participación en el panel, reveló Dan Evans, que coordina la investigación.
"Es fundamental comprender que cualquier forma de acoso hacia nuestros panelistas sólo sirve para desvirtuar el proceso científico, que requiere un entorno de respeto y apertura", añadió.
El trabajo de la NASA, que se basa en material no clasificado, es independiente de una investigación del Pentágono, aunque ambos se coordinan en cuestiones de aplicación de herramientas y métodos científicos.
"Hasta la fecha, en la literatura científica arbitrada, no hay pruebas concluyentes que sugieran un origen extraterrestre para los vehículos aéreos no tripulados", resumió Drake.
Con información de AFP