La guardia costera estadounidense detalla que los ingenieros de la Junta de Investigación Marina que analiza el incidente recuperaron y transfirieron el pasado 4 de octubre, tras una operación submarina, restos del sumergible Titán que hallaron en el fondo marino del Atlántico. En las operaciones de traslado participaron investigadores estadounidenses y canadienses.
A finales de junio se encontraron los primeros restos en el lecho marino, a unos 500 metros de los restos del Titanic y a casi 4,000 metros de profundidad, frente a la costa de Terranova (Canadá). También se recuperaron posibles restos humanos.
El "Titán", un pequeño sumergible de unos 6.5 metros de eslora, se sumergió el 18 de junio para observar los restos del Titanic y debía volver a la superficie siete horas después pero, cuando aún no habían transcurrido dos horas, se perdió el contacto con la nave.
Entonces se puso en marcha una operación de rescate en busca de los pasajeros. Los equipos descubrieron que la nave había implosionado poco después de sumergirse, lo que causó la muerte en el acto de los cinco ocupantes, entre quienes se hallaba Stockton Rush, jefe de OceanGate, propietaria de la nave.
La misión de bajar a ver los restos del barco, hundido en 1912 tras colisionar con un iceberg, tenía que haber durado diez horas. La empresa OceanGate Expeditions era la dueña y operadora del sumergible, empleado para llevar a cabo expediciones en aguas profundas.