"Es improbable que las inhabilitaciones sean resueltas, pero el gobierno de Maduro dejaría la puerta abierta para decidir sobre ellas en el futuro, probablemente señalando que los inhabilitados pueden recurrir la medida ante el Tribunal Supremo de Justicia", explicó a la AFP Mariano de Alba, asesor senior del International Crisis Group.
Petróleo
El gobierno estadounidense —que tiene canal directo con Maduro— ha flexibilizado el embargo energético impuesto en 2019 con licencias que permiten operar a algunas petroleras como la gigante Chevron.
E insiste en que acuerdos para las elecciones del próximo año ayudarían a levantar más de las medidas punitivas. Los precios del crudo cedieron incluso este lunes ante la expectativa de un alivio de sanciones a cambio de unas elecciones competitivas con observación internacional.
Funcionarios estadounidenses tienen previsto viajar a Barbados y reunirse "en las próximas horas" con representantes de ambas delegaciones, según el medio estatal estadounidense Voz de América.
"Lo que más influye en el esfuerzo de Estados Unidos para buscar un acuerdo es tratar de frenar la migración venezolana, pero el interés energético también está presente", estimó De Alba.
Se estima que las delegaciones del gobierno y la oposición firmen el martes un acuerdo relativo a las elecciones y Estados Unidos lo seguiría con autorizaciones vinculadas al sector petrolero, dijeron dos fuentes en Washington familiarizadas con el asunto a la agencia Reuters.
Washington acordó el 5 de octubre con el gobierno de Maduro "la repatriación directa" de venezolanos indocumentados, ante un creciente aumento de la migración en ese país, que se ha convertido en un problema para el presidente Joe Biden a un año de las elecciones en la que buscará la reelección.
"A Estados Unidos le interesa normalizar un poco las relaciones, no tanto por incentivos políticos, sino más que todo en beneficio a su interés nacional, que es absolutamente económico", señaló por su parte el consultor político Pablo Quintero.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que intentó reanimar las conversaciones en abril con una reunión sobre Venezuela que congregó a 20 países, aplaudió por su parte esta nueva reunión, que abre "un canal de diálogo para superar los conflictos políticos en el hermano país".
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, de visita en Caracas, también celebró el diálogo.