Gracias a este levantamiento de sanciones, Venezuela podrá ahora cobrar petrodólares "sin usar el mercado negro", explicó a la agencia AFP Francisco Monaldi, especialista del Instituto Baker. "Esto puede significar un incremento muy importante de los ingresos para el gobierno" de Maduro, que busca la reelección.
El experto no obstante aclara que el impacto se limita por la poca capacidad que tiene el país para aumentar su producción, que no llega a 800,000 barriles diarios.
Es una bocanada de aire fresco para el país caribeño, sumido en una crisis económica que vio caer el PIB 80% en últimos 10 años y dejó a la mayoría de la población viviendo en pobreza.
Francisco Rodríguez, economista especializado en petróleo, señala por su parte que "no es fácil" el regreso de Venezuela al mercado estadounidense, pues los acreedores en ese país podrían intentar embargar sus exportaciones.
La flexibilización, coinciden analistas, tiene que ver también con el contexto de presión sobre el crudo debido a las tensiones en Oriente Medio, tanto en los países productores como en las rutas de suministro (Canal de Suez y Golfo Pérsico).
Los representantes de Maduro se apresuraron en firmar el acuerdo antes de que se oficializara el liderazgo de Machado, reconocida por su postura frontal y no partidaria del diálogo con el chavismo, de acuerdo con algunas personas.