En su discurso de apertura, Biden dijo que los países deben asegurarse que la competencia entre ambos "no se desvíe hacia el conflicto" y gestionar su relación de forma "responsable".
Xi dijo a Biden que habían pasado muchas cosas desde su última reunión hace un año en Bali. "El mundo ha salido de la pandemia del COVID, pero sigue bajo sus tremendos impactos. La economía mundial se está recuperando, pero su impulso sigue siendo lento".
Xi calificó la relación entre China y Estados Unidos como "la relación bilateral más importante del mundo", y dijo que él y Biden "cargan con grandes responsabilidades para los dos pueblos, para el mundo y para la historia".
"Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda no es una opción", afirmó. "No es realista que una parte remodele a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes".
Un acercamiento entre Beijing y Washington podría también beneficiar conflictos armados, como el de Israel y Hamás, en los que cada país respalda a una de las partes enfrentadas.
Biden insistió en remarcar en la víspera de la cumbre que Estados Unidos no trata "de separarse de China", sino de "cambiar la relación para mejor". Dijo que quería "volver a un ritmo normal de correspondencia, pudiendo atender el teléfono y hablar si hay una crisis”.
China ha dicho que Xi y Biden discutirán "paz mundial y desarrollo", y añadió que no "tenía miedo de la competencia".
Desde Moscú, el Kremlin consideró este miércoles que era "importante" este encuentro entre Biden y Xi.
"Cada reunión entre representantes de las dos economías más grandes del planeta es importante para todos", dijo Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin.
Los dos líderes se encontraron en persona por última vez en Bali en noviembre de 2022, y las relaciones se enfriaron luego de que Estados Unidos derribara un supuesto globo espía de origen chino en febrero.