Rosalynn Carter transformó la percepción de las primeras damas en Estados Unidos durante los cuatro años que su esposo Jimmy ocupó la Casa Blanca, de 1977 a 1981, con un rol mucho más activo en las decisiones de política interior, casi como una asesora más del presidente, y mayor presencia en eventos públicos.
Su personalidad la colocó en la campaña presidencial de 1976 como una figura pública del agrado de los estadounidenses, lo que ayudó sin duda a catapultar a su marido demócrata a la presidencia. Su estilo como pareja presidencial sirvió como hoja de ruta para otras aspirantes de la máxima oficina política de Estados Unidos, incluyendo a Bill y Hillary Clinton.
Los Carter pasaron más de ocho décadas juntos, en la que se convirtió en la pareja presidencial estadounidense más duradera de la historia. Rosalynn era la primera dama más longeva, solo por detrás de Bess Truman, quien vivió hasta los 98 años.
La ex primera dama fue diagnosticada con demencia a principios de año y los últimos meses había pasado varios días entrando y saliendo de hospitales, junto con su marido, quien fue desahuciado desde el año pasado, pero continúa desafiando todos los pronósticos médicos a los 99 años.
Tras una complicada presidencia, Jimmy y Rosalynn pasaron las siguientes décadas como la pareja presidencial más activa, recorriendo prácticamente todo el mundo en esfuerzos diplomáticos, académicos y altruistas, que les valió el reconocimiento de varios gobiernos e instituciones en todo el mundo. Sus principales causas fueron la paz, la democracia, los derechos humanos y el acceso a la salud.