Estos expertos están comisionados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pero no se expresan en nombre de la organización.
"Investigadores independientes deben recibir los recursos, el apoyo y el acceso necesario para realizar investigaciones rápidas, en profundidad e imparciales sobre los crímenes que habrían sido cometidos por todas las partes en el conflicto", reclamaron Tidball-Binz y Jill Edwards en el comunicado.
"El deber de investigar los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad [...] es una obligación jurídica fundamental", apuntaron, en el último día de la tregua en Gaza, que podría ser prolongada.
El conflicto entre Israel y Hamás comenzó por los ataques perpetrados por el movimiento islamista palestino el 7 de octubre en suelo israelí, durante los cuales, según las autoridades israelíes, murieron 1,200 personas, en su mayoría civiles.
El ejército israelí estima que 240 personas fueron secuestradas por Hamás y otros grupos armados durante el ataque.
Como represalia, Israel, que prometió "aniquilar" a Hamás, lanzó una campaña de bombardeos en Gaza y una operación terrestre hasta el viernes, cuando empezó la tregua de cuatro días acordada entre ambas partes. De acuerdo con el gobierno de Hamás, los bombardeos israelíes mataron a casi 15,000 personas en la Franja de Gaza.
En virtud del acuerdo de tregua, alrededor de cincuenta rehenes israelíes han sido liberados desde el viernes a cambio de la liberación de 150 presos palestinos detenidos en Israel.
Los relatores especiales de la ONU recalcaron igualmente que los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad no prescriben y son de competencia universal.