Ajeno a la política tradicional, a la que despectivamente se refiere como "la casta", el presidente optó por hacer su discurso fuera del recinto del parlamento, ante una multitud de seguidores e invitados.
En su juramentación, siguió el protocolo y juró "por Dios y por la patria sobre estos santos evangelios". Luego recibió del presidente saliente, Alberto Fernández, la banda y el bastón de mando. A su lado, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, hizo el mismo juramento.
Hacer grande a la Argentina
Al terminar su discurso, Milei subió a un descapotable negro junto con su hermana Karina para recorrer los dos kilómetros que separan al Congreso de la Casa Rosada, sede de la presidencia, donde juramentará a sus ministros.
Algunos tramos los hizo a pie, y se detuvo por momentos a saludar a la gente y también a acariciar a un perro. Luego, el mandatario salió al balcón de la Casa Rosada para saludar a quienes estaban en la Plaza de Mayo.
"Hola a todos, soy el león", cantó exultante antes de lanzar su grito característico: "¡Viva la libertad, carajo!".
"Hoy los argentinos de bien hemos decretado el fin de la noche comunista y el renacer de la Argentina próspera y liberal", dijo. "Pongámonos de pie y hagamos nuevamente grande a la Argentina", clamó en otra de sus habituales consignas.
Milei prometió este domingo una "nueva era" de "paz y prosperidad" con su gobierno, que recibe lo que consideró "la peor herencia" de la historia del país.
"Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso", dijo Milei en un discurso en la escalinata del Congreso, frente a sus seguidores congregados en la plaza contigua al edificio. "Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros", añadió.
A las afueras del Congreso, miles de personas se congregaron para celebrar su investidura. Vestidos con camisetas de la selección de fútbol y llevando banderas argentinas, esperaron su discurso en la plaza.
A la investidura de Milei acuden varios mandatarios latinoamericanos, como el chileno Gabriel Boric y el paraguayo Santiago Peña; y europeos, entre estos el ucraniano Volodimir Zelenski y el húngaro Viktor Orban, además del rey de España, Felipe VI.
"Hoy es una fiesta que merecemos todos, tenemos que dejar atrás la corrupción, esto se terminó. Pienso que de acá en más vamos a evolucionar. No creo que haya un gobierno peor de lo que hubo, con que esto funcione el 50% es suficiente. Le daré el tiempo que sea necesario", dijo a la AFP Fabián Armilla, un empleado del poder judicial de 60 años.
Obligado a conciliar
Tercera economía de América Latina, Argentina registra una inflación anualizada de más de 140% y una tasa de pobreza superior a 40%. Para enfrentar esa crisis, Milei ofreció medidas drásticas en recorte del gasto público, reducción del Estado y liberalización en un país acostumbrado por años a subsidios y déficit fiscal.