"La idea es que la podamos aplicar en un año. Va a ser mucho más fácil cuando empiece a verse la mejora de los números fiscales", declaró en alusión al rojo en las finanzas públicas.
Su otro caballito de batalla, la rebaja de la presión impositiva, también tendrá que esperar.
"No será ahora. Necesitamos la reforma del Estado y a partir de ahí elaborar el ajuste y bajar los impuestos", dijo Milei.
Y pese a que ratificó su idea de eliminar el Banco Central, al que responsabiliza de una emisión monetaria descontrolada, recientemente señaló: "Nunca dijimos que iba a ser instantáneo".
Un equipo económico moderado
Otra señal de que el gobierno de Milei no será tan radical en temas económicos como se esperaba es la selección de su gabinete económico. Para el Ministerio de Economía el elegido es Luis Caputo, quien ya fue Ministro de Finanzas en el gobierno del centroderechista Mauricio Macri.
El funcionario, considerado amigable con el mercado, deberá también equilibrar las exigencias de su nuevo jefe.
Caputo, de muy bajo perfil y padre de seis hijos, ha tenido un comienzo auspicioso. Su designación ha estimulado a los mercados locales dado que los inversores esperan que actúe como un freno a las ideas más extremas de Milei y que aplique políticas económicas más ortodoxas.
"La elección del ministro de Economía es muy importante porque lo que señala es un enfoque menos radical en términos de dolarización", sostuvo Robert Simpson, co-director de deuda de mercados emergentes en Pictet Asset Management en Londres.