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Chile vota de nuevo en en un intento por cambiar de constitución

Los chilenos eligen entre la Carta Magna vigente, aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet, o un texto aún más conservador.
dom 17 diciembre 2023 11:00 AM
Un ciudadano vota durante un referéndum sobre una nueva constitución chilena en Santiago, Chile, el 17 de diciembre de 2023.
La última encuesta de la firma Cadem, realizada el 1 de diciembre antes de un bloqueo electoral de 15 días, mostró que el 47% planeaba votar en contra.

Chile realizó ese domingo un plebiscito sobre una nueva propuesta de Constitución que fue redactada por los ultraconservadores del Partido Republicano, que reemplace la de la dictadura de Augusto Pinochet.

El texto propuesto es más conservador que la Constitución vigente y está muy lejos de las exigencias hechas durante las protestas masivas contra la desigualdad que se apoderaron de Chile a finales de 2019.

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Más de 15 millones de chilenos estaban habilitados para pronunciarse "a favor" o "en contra" de la segunda iniciativa constitucional que votan en menos de dos años tras el estallido social de 2019.

Se prevé que la autoridad electoral divulgue resultados consolidados hacia las 20:00 (17:00 horas, tiempo de Ciudad de México).

El presidente chileno, Gabriel Boric, votó a media mañana en su localidad natal de Punta Arenas, en el sur del país, y en un mensaje a medios afirmó que, independientemente del resultado, el gobierno seguirá trabajando para atender los temas críticos para la ciudadanía, como la seguridad y la salud.

"Es importante que confiemos en la ciudadanía, es importante que hoy día este proceso se realice de manera pacífica, con la alegría sana (de) que nuestras instituciones funcionan", dijo.

Más de 15 millones de chilenos están habilitados para votar "a favor" o "en contra" de una propuesta de Constitución redactada por un órgano dominado por el ultraconservador Partido Republicano.

El texto disminuye el peso del Estado, es más favorable al mercado, y podría limitar algunos derechos, como el aborto terapéutico, y endurece el trato a los migrantes con la expulsión "en el menor tiempo posible" de quienes estén en situación irregular.

Por meses, los sondeos mostraron que es probable también se rechace esta propuesta, aunque la brecha se redujo en el período previo al referéndum.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, vota durante un referéndum sobre una nueva constitución chilena, en Punta Arenas, Chile, el 17 de diciembre de 2023.
El presidente chileno, Gabriel Boric, afirmó que, independientemente del resultado, el gobierno seguirá trabajando para atender los temas críticos para la ciudadanía.

La última encuesta de la firma Cadem, realizada el 1 de diciembre antes de un bloqueo electoral de 15 días, mostró que el 47% planeaba votar en contra (-3 puntos desde el 10 de noviembre) frente al 38% que planea aprobarlo (+6 puntos).

Todo, ante un bajísimo interés de la población.

"No me interesa mucho la elección. Voy a votar porque es obligatorio, pero sé que no va a terminar en nada, va a terminar todo igual", dijo a la AFP Paula, técnico en enfermería de 24 años.

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Sin respuesta a las protestas de 2029

Nicholas Watson, director general de la consultora Teneo, dijo en un informe que, independientemente del resultado, existe la posibilidad de una mayor desilusión con el establishment político

"Eso deja las causas de las protestas de 2019 en gran medida sin resolver, con todos los riesgos que eso implica aún latentes", opinó.

En noviembre de 2020, un 80% de los chilenos decidió iniciar un proceso para cambiar la Constitución vigente desde la dictadura (1973-1990) como respuesta a las masivas y violentas protestas que estallaron en octubre de 2019.

Una Asamblea Constituyente dominada por la izquierda redactó un texto progresista, que incluía transformaciones profundas, como la eliminación del Senado y el derecho al aborto, pero que terminó ahuyentando a los electores, que lo rechazaron por un 62%.

Se inició otro proceso liderado ahora por el Partido Republicano, que redactó un texto bajo su ideario y sin tampoco llegar a un consenso.

"Hay un agotamiento de la ciudadanía respecto del proceso constitucional, donde ni en el primer proceso como en este no se llegó a un consenso respecto a lo que se quería", dice a la AFP Carolina Lefort, una abogada de 42 años.

"Es llamativo que esto esté pasado en Chile, un país en el contexto latinoamericano reconocido por una buena clase política, abierta, tolerante, de diálogo y siempre buscando acuerdos y consensos", plantea Michael Shifter, expresidente del centro de estudios Diálogo Interamericano y profesor de la Universidad de Georgetown.

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"Es otro Chile. El país ha cambiado de manera dramática (...) y de cierta forma se ha vuelto un país más latinoamericano. Los chilenos se consideraron siempre como una excepción, un país más europeo y no como sus vecinos, y ahora se parecen un poco más a ellos", agrega Shifter.

Agotados

Ese agotamiento y hartazgo se vivió en las calles, donde la campaña apenas fue perceptible. Los cierres de esta semana fueron muy pequeños.

Aunque reformada varias veces en democracia, el cambio de la Constitución de Pinochet era una vieja aspiración de la izquierda chilena, que apunta a su origen ilegítimo y la escasa protección que establece de derechos sociales como salud, vivienda, pensiones y educación.

Pero frente a una propuesta todavía más conservadora, los partidos de la izquierda chilena llamaron a votar "en contra". El "mal menor" ante un texto que profundiza aún más el modelo neoliberal.

"Prefiero volver al punto de partida, que tampoco es 100% la Constitución de la dictadura, antes de tener un mal texto que perjudica a todos los chilenos y que nos divide profundamente", dijo Carolina Leitao, vocera de la campaña por el "en contra".

"Yo siempre prefiero algo malo que algo pésimo", dijo este domingo la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010/2014-2018).

Si se aprueba el nuevo texto, el informe dice que obstaculizaría aún más la agenda del presidente izquierdista Gabriel Boric de reformas fiscales y de pensiones.

"Pero si bien una victoria por el 'no' daría un impulso a Boric, no sería transformador ya que aún así habría fracasado en uno de sus objetivos principales: reemplazar la Constitución de 1980", destacó Watson.

Con información de AFP y Reuters

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