El informe también constata que más del 40% de los hogares han visto caer el envío de remesas del exterior.
Asimismo, destaca la dificultad de la población para acceder a servicios básicos como la justicia, la seguridad, la vivienda y las letrinas comunitarias, y apunta que la inseguridad dificulta especialmente el acceso de las niñas y mujeres a las zonas de recreo.
"Socavando los cimientos del estado”
"La magnitud de esta crisis multidimensional está socavando los cimientos de las instituciones del Estado y la estructura social", advierte el informe.
En 2023 se denunciaron 4,789 víctimas, lo que equivale a una proporción de 40.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, frente a los 2,183 registrados en 2022 (18.1 homicidios por cada 100,000 habitantes), señala el informe, que subraya cómo el número de secuestros se elevó a 2,490, un 83% más que en 2022.
Solo entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, las autoridades registraron 1,432 homicidios, frente a las 673 víctimas registradas en el mismo período del año anterior, mientras que el número de víctimas de secuestro pasó de 391 a 698.
Entre los miembros de las pandillas, 1,682 perdieron la vida el pasado año, frente a más de 2,700 civiles muertos y 1,328 heridos.
Asimismo, en la policía, blanco frecuente de las pandillas, los efectivos disminuyen a un "ritmo alarmante", lo que es un "sombrío indicador de los problemas de la seguridad que afectan al país", según Guterres.