Milei se enfrenta a la primera huelga general en Argentina a 45 días de asumir
Los principales sindicatos del país sudamericano convocan una protesta masiva en el centro de Buenos Aires contra el ajuste fiscal y las reformar neoliberales.
El presidente argentino, Javier Milei, enfrenta este miércoles la primera huelga general en solo 45 días de gobierno, en contra de su ajuste fiscal y su plan de reformas de más de un millar de leyes y regulaciones que rigieron durante décadas.
La protesta de 12 horas contra el mandatario que asumió en diciembre en medio de una crisis económica comenzó al mediodía (9:00, tiempo de Ciudad de México) y afecta a los principales servicios del país, como el transporte, los bancos, los hospitales y las oficinas públicas.
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Desde la mañana temprano comenzaron a congregarse manifestantes desde todas las direcciones de la ciudad de Buenos Aires con pancartas con leyendas como "La patria no se vende" para participar en la manifestación principal, que se realizará frente al Congreso nacional.
"Milei quiere un país donde la pobreza y la informalidad hunda al 90%. Ahora no hay generación de empleo, ahora lo que hay es miseria extendida, desesperación de la gente, no hay medidas que mitiguen el daño que están produciendo", dijo a la estación local Radio Con Vos el gremialista y diputado nacional opositor Hugo Yasky.
Milei llegó al poder en medio de una prolongada crisis con alta inflación, que sumió al 40% de los argentinos en la pobreza. Pero tras asumir el Gobierno, la inflación se duplicó y superó en diciembre el 25% mensual para cerrar el 2023 en un nivel de 211% anual.
En diciembre, en términos interanuales, el consumo se contrajo 13.7% y la producción de las pequeñas industrias cayó 26.9%, según la cámara empresaria CAME.
Además, la devaluación del 50% y la liberación del precio de los combustibles, entre otras decisiones de Milei, recortaron fuertemente el poder adquisitivo de asalariados y jubilados, y el descontento se trasladó directamente a las calles.
Sin embargo, varios sondeos muestran que el presidente mantiene entre 47% y 55% de imagen positiva.
"El paro del miércoles lo que te va a mostrar es que hay dos Argentinas. Hay una Argentina que se quiere quedar en el atraso, en el pasado, en la decadencia", dijo Milei esta semana.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó a los organizadores de la protesta de "sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza", e incluyó en su ataque contra parte de la oposición a "jueces cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus privilegios" frente a las reformas que impulsa Milei, en una publicación en la red social X.
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La medida sumó la adhesión de otras centrales sindicales, de organismos de derechos humanos y de organizaciones de trabajadores de todo el mundo que llamaron a movilizarse, con actos de apoyo en Madrid, Londres, Berlín y París, entre otras ciudades.
En Uruguay, el PIT-CNT, la central sindical única de trabajadores, llamó a manifestarse en rechazo a las "medidas antipopulares" de Milei, "que amenazan la vida, los derechos y la libertad de los trabajadores y el pueblo argentino”.
Contra la ley “omnibús”
La poderosa central sindical pretende que el ultraliberal Milei revea un extenso y polémico decreto y un proyecto de ley que envió recientemente al Congreso con los que busca flexibilizar las condiciones laborales, privatizar empresas públicas y atenuar normas que protegen el medio ambiente, entre otras iniciativas.
El proyecto de ley llamado “ómnibus” por la prensa local por abarcar centenas de artículos sería tratado esta semana en el Congreso, luego de obtener el miércoles mayoría en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.
El mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de 366 artículos dictado por Milei apenas asumió, introduce varios cambios de fondo en la antigua y consolidada legislación laboral argentina, en particular sobre el ejercicio del derecho a huelga.
Milei exige coberturas mínimas de 75% en servicios esenciales como educación, transporte y alimentación, entre otros, e impulsa despidos con causa a huelguistas.
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El DNU también regula asambleas laborales, condiciona la recaudación de fondos sindicales y reduce indemnizaciones por despido.
"¿Adónde van con el DNU (decreto) y la ley ómnibus? Desregulan la economía, van a destruir los derechos individuales de los trabajadores, los derechos colectivos, quieren destruir a los sindicatos", planteó en el acto Héctor Daer, secretario general de la CGT.
El gobierno ha argumentado que el ajuste es necesario para encarrilar las finanzas de un país que arrastra años de déficits fiscales y cuantiosas deudas como la que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 44,000 millones de dólares.
La CGT cuestionó la constitucionalidad del capítulo laboral del megadecreto ante la justicia, que suspendió provisoriamente sus efectos. La decisión fue apelada por el gobierno y el caso ya fue elevado a la Corte Suprema, actualmente en receso.
Para Milei, "esta es la primera vez que (con un DNU) se devuelven libertades a los ciudadanos, que se arma un sistema para que los mercados sean más competitivos y además se eliminan tongos [amaños]. Y ahí tenés por qué están tan enojados".
"El paro no tiene justificación (...) Las cosas se consiguen con esfuerzo, no llorando y pataleando. No les tenemos miedo", señaló la canciller argentina, Diana Mondino, en su cuenta de X.
Vuelos cancelados
El transporte aéreo fue uno de los primeros sectores en resentir su actividad, ya que la estatal Aerolíneas Argentina, la mayor aerolínea del país, canceló todos sus vuelos de la jornada con varias horas de anticipación a la protesta.
Casi 300 vuelos fueron cancelados por la medida de fuerza, lo que afectó a 20,000 pasajeros, informó el gobierno.
"Estoy indignado, ya perdí dinero en venir hasta aquí y la noche de hotel. No sé si me lo devolverán", dijo Sergio González, a la AFP en el aeropuerto local Jorge Newbery, al saber que había perdido su vuelo reservado a Mendoza, en el oeste del país.