La delegación internacional de la que forma parte llegó a Saïx, cerca de la ciudad de Castres en el sur del país, para participar en las protestas previstas el sábado y el domingo.
Los activistas se oponen a la controvertida construcción, en curso, de la autopista A69 entre las ciudades de Toulouse y Castres.
El proyecto, que pretende favorecer la conexión de una zona rural, divide a la clase política y se ha topado con la firme oposición de los ecologistas, que se manifestaron en el lugar en varias ocasiones estos últimos meses.
Los organizadores esperan juntar entre 500 y 1.000 personas este fin de semana, para que participen en talleres, mesas redondas y conciertos.
Pero el clima lluvioso y la intervención el viernes de las fuerzas de seguridad rebajaron las expectativas.
La acción de protesta tiene lugar en un terreno boscoso privado, que es objeto de un litigio relativo a su expropiación debido a la construcción de la autopista.
El viernes, las autoridades locales prohibieron las manifestaciones del fin de semana, alegando "riesgo de desórdenes públicos importantes".
Poco después, cuando los activistas preparaban estas jornadas, un centenar de policías fue desplegado cerca de la zona. Los periodistas de la AFP fueron testigos de dos detenciones y del lanzamiento de gas lacrimógeno.