"Las cosas buenas llegan a los que esperan", dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al recibir de manos de Kristersson los documentos de adhesión de Suecia.
"Este es un momento histórico para Suecia, para nuestra alianza y para la relación transatlántica", dijo Blinken.
Suecia ya es miembro de la OTAN
Para la OTAN, la adhesión de Suecia y Finlandia -que comparte 1.340 km de frontera con Rusia- es la expansión más importante en décadas. También es un golpe para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha tratado de impedir cualquier fortalecimiento de la alianza.
Suecia se beneficiará de la garantía de defensa común de la alianza, según la cual un ataque contra un miembro se considera uno contra todos.
Suecia añade a las fuerzas de la OTAN submarinos de última generación y una flota considerable de cazas Gripen de producción nacional, y sería un enlace crucial entre el Atlántico y el Báltico.
Rusia ha amenazado con tomar "contramedidas políticas y técnico-militares" no especificadas en respuesta a la iniciativa sueca.
Aunque Estocolmo se ha ido acercando cada vez más a la OTAN en las dos últimas décadas, la adhesión marca una clara ruptura con el pasado, cuando durante más de 200 años Suecia evitó las alianzas militares y adoptó una postura neutral en tiempos de guerra.