La mifepristona está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde el 2000.
En 2016, el regulador sanitario autorizó su prescripción hasta la décima semana de embarazo (antes era hasta la séptima) y durante la pandemia de covid habilitó que las pastillas fueran recetadas mediante consultas en línea y enviadas por correo.
Pero a pedido de grupos anti-aborto, un tribunal de apelaciones revirtió esos cambios el año pasado.
El gobierno del demócrata Joe Biden y el fabricante de la mifepristona, el laboratorio Danco, apelaron dicho fallo ante la corte suprema, cuya decisión se espera para fines de junio.
Entonces faltarán cuatro meses para las elecciones presidenciales en las que se espera que el aborto sea un asunto central.
Procesos de la FDA, "patrón oro"
La jueza progresista Ketanji Brown Jackson dijo estar preocupada por lo que considera un "desequilibrio significativo en este caso, entre el daño que se alega y el remedio que se quiere aplicar".
"Lo que (los médicos anti-aborto) están pidiendo es que para evitar que ellos tal vez en algún momento deban practicar este tipo de procedimientos, todo el resto de la población se vea impedida de acceder a esta medicación", afirmó Jackson.
El juez Neil Gorsuch, de línea conservadora, expresó preocupaciones similares.
"Este caso me parece un excelente ejemplo de cuando algo que podría ser una pequeña demanda, se transforma en una asamblea legislativa de alcance nacional sobre una decisión de la FDA o cualquier otra acción del gobierno federal", dijo Gorsuch.