En 1980, la Yihad Islámica, de inspiración iraní, se convierte en la primera organización palestina islamista en tomar las armas contra Israel.
Con todo, Israel entregó misiles a Teherán durante la guerra Irán-Irak (1980-1988). La operación fue revelada en el caso de la venta de armas norteamericanas a Irán (Irangate), una maniobra destinada a obtener la liberación de rehenes estadounidenses cautivos en Líbano.
Un cambio en la ecuación estratégica
Desde entonces, Ias relaciones entre Irán e Israel han sido tensas, y han usado otros conflictos, como las guerras de Israel en Líbano (1982 y 2006) y la guerra civil en Siria, para enfrentarse de manera indirecta.
Pero no Teherán jamás había cruzado la línea de dirigir un ataque directo contra territorio israelí.
"Hoy, la ecuación estratégica ha cambiado. Apuntar contra las fuerzas y los activos iraníes dará lugar a una respuesta directa", escribió el domingo Mohammad Jamshidi, un asesor de Raisi, en la red social X.
Hossein Salami, el comandante de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, fue más directo: "La nueva ecuación es la siguiente: a partir de ahora, en caso de ataque israelí contra intereses, personalidades o ciudadanos iraníes en cualquier lugar, habrá una respuesta".
El 1 de abril, un ataque atribuido a las fuerzas israelíes contra la embajada de Irán en Damasco, Siria, en el que resultaron muetos dos generales de las Guardias Revolucionarias, fue la gota que derramó el vaso iraní.